Migrantes venezolanos recién llegados a Nueva York, Estados Unidos , llevan dos días durmiendo en la calle, a pesar del frío invernal, en protesta por ser desalojados del hotel en Manhattan.
Este sitio sirvió de refugio, para ser enviado a otro albergue que según ellos no reúne las condiciones para vivir, según información ofrecida por una agencia de noticias española.
“Allí no hay calefacción y hace frío, los colchones se hunden, las camas están muy juntas y no sabes quién está a tu lado; no hay donde guardar tus pertenencias y tienes que cruzar la calle para bañarte y hacer fila”, denunciaron varios migrantes.
Tiendas de campaña, maletas, ropa, mantas o bicicletas son las pertenencias de estos furiosos inmigrantes, todos hombres, frente al Hotel Watson, en la conocida zona de Hell’s Kitchen, donde viven desde hace varios meses tras su llegada a Nueva York, muchos enviados a la ciudad en autobuses del gobernador de Texas, Greg Abbott.
Varios venezolanos dijeron que el pasado martes, para su sorpresa, fueron notificados por la administración del hotel, en una hoja que pasaron por debajo de la puerta de su habitación, que debían abandonar el lugar entre el 28 y el 31 de enero.
Dos días después, se publicó una lista pública con el número de identificación que se les asignó, y el día y la hora en que debían abandonar el hotel.
La Alcaldía comenzó a enviar autobuses para recogerlos, como sucedió este lunes, y llevarlos a su nuevo destino en la terminal de cruceros de Brooklyn, convertida en albergue temporal para hombres solteros.
El hotel Watson, ahora desocupado, se utilizará para albergar a familias con niños.
“Nos fuimos para allá (a Brooklyn), pero regresamos, no es un lugar adecuado para vivir”, dijo Eduardo Girón, quien lleva dos días durmiendo en la acera con al menos un centenar de hombres y aseguró que cuando llegaron a Nueva York fueron Dijo no preocuparse de que «el Gobierno de los EE. UU.» les daría «vivienda digna durante dos años».
“Dijeron: siéntanse tranquilos, y por eso nos pusimos a buscar trabajo”, lo que muchos no han podido lograr por no tener los documentos requeridos. Ante la demora en la obtención de documentos, algunos migrantes optaron por irse a Canadá.
José Daniel Martínez está entre el grupo que protesta. Dijo que llegó al hotel el domingo a eso de las siete de la noche, luego de terminar su jornada laboral en un restaurante.
“Me dijeron que tenía que salir hoy a las dos de la tarde”, recordó Martínez, de 19 años, quien vive en el hotel desde hace dos meses y se unió a sus compañeros en la vereda.
Representantes de la Oficina de Asuntos del Emigrante conversaban en horas de la mañana con los inmigrantes en un intento de lograr un acuerdo para que se trasladaran al nuevo refugio.
«Este (el hotel) es un sitio transitorio, estamos tratando de ayudarles, tenemos que trasladarlos para acomodar (en este lugar) a familias con niños que siguen llegando», les indicó el reverendo Eric Salgado, que trabaja para la Oficina de Asuntos del Inmigrante, que se trasladó al lugar, así como el jefe de personal de esa agencia, Miguel Santana.
Cactus24 01-02-23
