Una casona de casi un siglo de vida en el centro de la capital de Perú quedó reducida el viernes casi a cenizas tras un incendio en medio de violentas protestas antigubernamentales, mientras las autoridades aún investigan las causas del siniestro.
El edificio de cuatro pisos, ubicado a pocos metros de la Plaza San Martín, foco de las manifestaciones, fue pasto de las llamas la noche del jueves y pese a que ya se controló el fuego, los bomberos aún seguían arrojando agua para evitar que se reactive.
«Hemos perdido un valor monumental, es lamentable que no se haya fijado el daño que se le pueda hacer a la ciudad», dijo el jefe de los bomberos de Lima, el comandante Mario Casaretto, a la estación de televisión Canal N, frente al edifico afectado.
Versiones difundidas en redes sociales de manifestantes o de políticos de izquierda que apoyan las protestas apuntan a que el incendio fue provocado por una bomba lacrimógenas lanzada por la policía durante los violentos enfrentamientos.
El Gobierno ha rechazado esas acusaciones en momentos en que se demanda la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, rápidas elecciones anticipadas y una nueva Constitución.
«Esta circulando información que este incendio fue provocado por una artefacto lacrimógeno de la policía; es absolutamente falso», dijo la noche del jueves el ministro de Interior, Vicente Romero, durante un mensaje que ofreció Boluarte.
La presidenta ha afirmado que en las protestas en Lima y otras regiones del país, si bien en un momento fueron pacíficas, grupos de «vándalos» atacaron a la policía y a sedes públicas, aunque señaló que la situación está bajo control.
El bombero Casaretto informó que no se registraron víctimas en el incendio, pero que 40 personas, entre ellas 28 extranjeros, fueron afectadas porque las casas vecinas donde vivían quedaron dañadas en parte por el agua utilizada para apagar las llamas.
Casaretto manifestó que el edifico de casi un siglo, que en algún momento albergó cafeterías y salas de proyección de películas, había sido restaurado por un empresario para poder tenerlo como un atractivo turístico en Lima, que el 18 de enero cumplíó sin festejos sus 488 años de fundación.
Peritos especializados en incendios y fiscales llegaron al edificio para iniciar las investigaciones sobre las causas del fuego.
Las protestas estallaron luego de la destitución y arresto el 7 de diciembre del expresidente izquierdista Pedro Castillo, que intentó de forma ilegal disolver el Congreso. En las protestas se pide también la liberación del exmandatario.
Cactus24 20-01-23