Los ataques terroristas contra los templos religiosos y sus representantes cada día son más frecuentes en Nigeria.
Y recientemente un sacerdote fue vilmente asesinado la madrugada del pasado domingo, en manos de un grupo de hombres armados.
Sucedió que los sacerdotes se encontraban en el interior de la rectoría del templo católico ubicado en el estado de Niguer, cuando fueron sorprendidos por las llamas de un voraz incendio provocadas por unos individuos, quienes al no poder entrar al lugar, prendieron fuego a la iglesia.
En su intento de querer huir, una de las víctimas resultó herida con un impacto de bala, mientras que el otro párroco no sobrevivió a las quemaduras.
Ante este abominable hecho, Abubakar Sani Bello, gobernador de la ciudad condenó el crimen y aseguró que «atacar una instalación religiosa para asesinar a alguien es la peor dimensión de los ataques terroristas». «Que un sacerdote sea asesinado de esa manera significa que no todos estamos a salvo, estos terroristas se han vuelto locos y es necesaria una acción drástica para poner fin a esta carnicería en curso».
Tras conocerse el lamentable incidente, la Asociación Cristiana de Nigeria denunció que el ataque «terrorista» tiene como objetivo acabar con toda la comunidad cristiana del país. «El continuo asesinato y secuestro de clérigos cristianos en Nigeria es alarmante. Esto tiene que detenerse a toda costa. La comunidad cristiana debe levantarse y unirse para poner fin a esto», urgió.
«Nigeria se está convirtiendo en un campo de exterminio donde las personas son sacrificadas como pollos», agregó instando a las agencias de seguridad y a las autoridades a tomar cartas en el asunto «antes de que se salga de control».
Se conoció que en los últimos días una iglesia del estado de Katsina, fue atacada por un grupo de personas armadas hiriendo a su pastor y secuestrando a 25 feligreses.