Existen amantes de los gatos que los consideran más que mascotas, pues forman parte de la familia. Y es que además, tener gatos también tiene beneficios físicos y psicológicos en las personas, especialmente en los adultos mayores. Hay muchos factores, empezando por la compañía que nos dan de manera directa o indirecta.
Un mejor funcionamiento de nuestro corazón, una reducción del estrés y una mejor autoestima, son algunos de los beneficios que podemos asegurar como efecto positivo de los gatos en nuestra salud.
La convivencia de los seres humanos con animales ayuda a alargar el tiempo de vida y la calidad de la misma. Al ser capaces de autogestionarse la comida y ser extremadamente limpios, los gatos se convierten en un compañero perfecto, estableciendo un vínculo saludable, lleno de paz y tranquilidad.
La reducción del estrés por el solo hecho de hablar con ellos, el jugar a su lado y simplemente acariciarlos reduce la producción de cortisol, el principal responsable hormonal del estrés. El ronroneo del gato mejora los problemas de corazón y de hipertensión, ya que este sonido se produce a una frecuencia determinada que facilita la relajación, actúa como vasodilatador, y reduce el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares.
Por otra parte, el ronroneo produce un aumento de las ondas cerebrales Tetha, que son las que se producen en los estados de relajación profunda. La convivencia con gatos es muy beneficiosa en adultos mayores, ya que les ayuda a disminuir la sensación de soledad e inutilidad propia que surge a cierta edad. Un reciente estudio afirmó que las personas mayores que han convivido y atendido a un perro o a un gato durante años demuestran un deterioro menor y más lento de la memoria verbal, destaca Infobae.
En la infancia, la convivencia con gatos, estimula el sentido de la responsabilidad, la memoria y la concentración, al tener que llevar a cabo el cepillado, la alimentación o la limpieza de la bandeja sanitaria.
Tan solo el verlos y mucho mejor el jugar con ellos nos pondrá alegres y nos reiremos. Reírse es muy sano, ya que fortalece el sistema inmune y el corazón, reduciendo los niveles de cortisol. Cuando un gato acude a nosotros para dormir es porque se siente seguro a nuestro lado, porque nos quiere y formamos parte de su selecto círculo social.
Todo esto hace que sintamos una sensación de tranquilidad y relajación cuando están encima nuestro o al lado, sintiendo su calor corporal, su suave pelaje y escuchando su ronroneo, combinación que logra que tengamos un sueño más profundo.