La sesión de juramentación de José Molleda como presidente del Concejo del Municipio Miranda para el periodo 2023-2024 estaba destinada a ser un acto discreto, entre la militancia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); sin embargo, quienes hayan pretendido boicotear el acto, terminaron haciéndole el favor de convertir la sesión en tendencia, con más centimetraje noticioso del que esperaba, incluso haciendo que los votos de tres concejales de la oposición resultaran claves para ratificarlo en el cargo.
La sesión había sido anunciada con tiempo para celebrarse a las 9:00 de la mañana de este viernes en la calle Bolívar, dentro de las instalaciones Camara Municipal. En la invitación quedó claro que la juramentación de la nueva directiva se ajustaba al artículo 52 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y el artículo 1º del Reglamento de Interior y Debate. El día de la sesión extraordinaria se escogió el martes, día a partir del cual comenzó la convocatoria.
Este viernes, mucho antes de llegar José Molleda candidato a presidir el Concejo y Edith Zárraga, vicepresidenta propuesta para también ser reelecta, llegaron dos trabajadores y Pedro Garcés, un encargado de las instalaciones con la excusa de fumigar en razón de lo cual sacaron a toda la gente. Paralelo a esto, un funcionario de Polimiranda se quedó en la puerta y otro adentro, encerrado, impidiendo el acceso.
«La fumigación no estaba autorizada ni tenía conocimiento el Concejo Municipal, y yo como presidente no tenía conocimiento de la misma», aseguró Molleda, quien debido al impedimento para que ingresaran reconoció que hubo un conato tal cual se evidencia en los vídeos que han circulado donde se observa al pueblo molesto ya que quería estar presente en la sesión.
Sorteados los contratiempos los concejales entraron, igual el pueblo y se llevó a cabo la sesión con la ausencia de los concejales oficialistas Danny Ávila, Pablo Ventura, Víctor Mesa y Adrián Garcés. No obstante, los votos del propio Molleda y de Zárraga quienes alzaron la palma de la mano izquierda y los opositores Winston Vidal, Merys López y Leopoldo Arteaga que levantaron la palma derecha, bastaron para ratificar la directiva en una sesión que dejó mucho que desear, sobre todo lo aparatoso y altercado entre quienes deben dar el ejemplo de ciudadanía y respeto a la voluntad de las mayorías.
