La Policía argentina detuvo en las últimas horas en Quilmes, a un ciudadano de dominicano sospechoso de asesinar de un tiro en el pecho al venezolano Brayan Trejo Reyes, de 33 años, en la puerta de un boliche de Palermo, la madrugada del primer día del año.
Fuentes policiales indicaron que agentes de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, tras una pesquisa urgente, que incluyó búsqueda de testimonios, dieron con el lugar donde se habría ocultado el imputado, de 30 años.
Con orden firmada por un juez en lo Criminal y Correccional, realizaron el allanamiento en una vivienda de y aunque el sospechoso intentó escapar, fue detenido a los pocos metros.
El crimen
El crimen ocurrió el domingo a la madrugada en la puerta del local bailable Rumbas VE, situado en Gorriti al 5500, un sitio frecuentado, fundamentalmente, por venezolanos residentes en Argentina.
Eran las 4.30 cuando Trejo Reyes salió del boliche y, en cuanto llegó a la vereda, fue atacado por uno o dos hombres que habían bajado de un auto. Ya herido, corrió hacia adentro del local, pero chocó contra un vidrio y cayó.
La víctima tenía “un disparo nada más, a la altura del pecho, con orificio de entrada y salida”, detalló a la agencia Télam un investigador del caso. Un llamado al 911 alertó a la Policía de la Ciudad sobre lo ocurrido, por lo que personal del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) se trasladó al lugar, donde constató la muerte del joven.
“La madre estaba gritando que le habían matado al hijo”, dijo ese mismo día a la prensa un personal de la seguridad del boliche.
Efectivos de la Comisaría Vecinal 14B y de la División Homicidios se entrevistaron con testigos y comenzaron a analizar las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y de frente del boliche, destaca el diario La Nación de Argentina.
“Creemos que lo estaban esperando y, cuando lo vieron, lo ejecutaron de frente”, dijo a la agencia de noticias Télam una fuente de la investigación.
A su vez, otra parte de la investigación se centró en estudiar el perfil de la víctima –vivía en Buenos Aires desde 2017 y había llegado desde la ciudad venezolana de Maracay–, y analizar si tenía algún enemigo o conflicto que pudiera motivar el hecho, aunque por el momento no se informó cuál era el vínculo que tenía con el sospechoso.