Marlene Violeta Mendoza, de 47 años, moriría de cualquier forma, envenenada o asfixiada como en definitiva le ocurrió la tarde del pasado 22 de diciembre en la habitación 3 de una posada ubicada en el kilómetro 7, al Oeste de Coro, municipio Miranda del estado Falcón.
Aunque Marlene Violeta y Juan Antonio Condena Lara, de 54 años, tuvieron una relación en el pasado, en la actualidad sostenían encuentros ocasionales debido a que ella tenía otra pareja, según reveló el director nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc), comisario general Douglas Rico.
Juan Ramón, agricultor oriundo de Murucusa, habría llegado a Coro procedente de Cabure, municipio Petit, resuelto a asesinar a Marlene Violeta con quien acudió a la posada ese jueves.
Marlene se dio cuenta de que Juan le había echado «un medicamento» en la bebida para envenenarla, por lo que decidió botarlo en el baño. Esto generó que el hombre la arrojara a la cama matrimonial y en el curso de la pelea, le obstruyera con una almohada las vías respiratorias, hasta asfixiarla, según Douglas Rico.
Juan la cubrió parcialmente con una sábana y dejándola muerta sobre la cama, abandonó la posada para luego avisar a su familiares lo que había hecho. A través de la Terminal de Pasajeros Policía Salas de Coro abordó un carro por puesto que lo llevó hasta Cabure donde nuevamente confesó el femicidio, echándose a correr para quedar solo y suicidarse.
Aunque logró pasarse un pico de botella por el cuello, la herida fue superficial tras lo cual lo llevaron al ambulatorio, luego a la sede de Polifalcón y entregado al Cicpc, órgano especializado en la investigación de crímenes a través de la Coordinación de Delitos Contra Las Personas.