El director de la FIFA quiso zanjar de forma definitiva la lluvia de críticas que han caído sobre el Mundial de fútbol de Qatar a un día de que el balón empiece a rodar. Infantino abordó las denuncias de vulneraciones de derechos humanos a trabajadores migrantes y a la población LGBTIQ+ recordando que Europa no puede «dar lecciones morales».
Gianni Infantino habló durante tres cuartos de hora antes de permitir la primera pregunta de la prensa. Un día antes del pistoletazo de salida del controvertido y anticipado Mundial de Qatar, el presidente de la FIFA citó a los periodistas en Doha, la capital del país, para lanzar un discurso pensado para blindarse ante cualquier crítica.
«Hoy tengo sentimientos muy intensos. Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador inmigrante». Así empezó Infantino un discurso que tiene más titulares de los que caben en una noticia.
El principal argumento del director de la FIFA frente a las críticas de vulneración de los derechos humanos de Qatar fue que Europa no tiene nada que criticar. «Europa debería pedir perdón por los últimos 300 años antes de dar lecciones morales», sentenció. «Esta lección moral, unilateral, es solo hipocresía».
El Mundial de fútbol ha recibido múltiples denuncias por los miles de muertes de trabajadores migrantes que llegaron en oleadas al país árabe luego de que en 2010 la FIFA le otorgara el derecho a albergar el torneo y Qatar comenzara a construir faraónicas infraestructuras para el encuentro. También ha estado en el ojo del huracán por organizarse en un país donde las relaciones homosexuales son punibles hasta con siete años de prisión y las leyes discriminan sistemáticamente a las mujeres.
Respecto a los derechos de los trabajadores migrantes, Infantino se mostró como un hijo de migrantes y habló de su propia experiencia con el prejuicio. Hijo de italianos en Suiza, recordó las burlas de sus compañeros por ser pelirrojo y extranjero. «Soy hijo de trabajadores inmigrantes. Mis padres trabajaron muy duro en condiciones muy difíciles», lamentó.
«Recuerdo, de niño, cómo trataban a los trabajadores inmigrantes cuando querían entrar al país. (…) Y cuando vine a Doha la primera vez después de ser elegido presidente de la FIFA, fui a ver dónde vivían estos trabajadores y le dije a la gente de Qatar: ‘Esto no está bien, tenemos que hacer algo’.»
AFP
Cactus24//19-11-2022