Una empresa japonesa enviará una nave espacial a la Luna para extraer polvo del satélite y vendérselo a la NASA, en el primer acuerdo de su tipo para la explotación de materiales lunares.
Si bien el precio es casi simbólico (5.000 dólares), el contrato es la primera transacción comercial fuera de la Tierra y plantea el debate sobre quién es el dueño de los recursos espaciales o quién tiene autorización para su explotación.
Según informó el periódico británico Telegraph, la empresa Ispace recogerá regolito, el polvo gris arenoso que caracteriza a la superficie lunar, a través de una pequeña nave espacial que llegará a fines de noviembre a la Luna en una misión de tres meses.
“Si Ispace transfiere la propiedad de los recursos lunares a la Nasa de acuerdo con su plan, será el primer caso en el mundo de transacciones comerciales de recursos espaciales en la Luna por parte de un operador privado. Será un primer paso pionero hacia el establecimiento de la exploración espacial comercial por parte de operadores privados”, destacó Sanae Takaichi, ministra de Política Espacial de Japón.
En 2021, Japón aprobó una ley que autoriza a las empresas locales a extraer diversos recursos espaciales y días atrás otorgó a Ispace una licencia para realizar actividades comerciales en la Luna.
Por su parte, Estados Unidos firmó una legislación similar en 2015, autorizando a empresas locales a la extracción. Otros países como Luemburgo o Emiratos Árabes Unidos han aprobado proyectos similares.
Expertos en derecho espacial siguen con atención la misión por formar un precedente sobre el futuro de la minería en la Luna, a falta de una regulación internacional que esté por encima de las leyes nacionales de cada país.