El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó la destrucción de tumbas de pandilleros muertos a mano de su Gobierno asegurando que es una forma de acabar con la memoria y los símbolos de las pandillas.
«Destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible», aseguró el mandatario salvadoreño en un mensaje en la red social Twitter.
Bukele informó que para destruir a las pandillas se requiere de «acciones simultáneas», alegando que no es suficiente con la detención de los pandilleros, sino que además es necesario la destrucción de sus símbolos.
Una de las maneras para lograrlo, según el presidente de El Salvador, es destruyendo su «sentido de pertenencia y memoria» destrozando tumbas de antiguos pandilleros o borrando las pintadas de las calles.
El Diario de las Américas dice que el jefe de Estado salvadoreño difundió un vídeo en el que se ve a trabajadores golpeando el sepulcro de decenas de difuntos, labor que justificó: «Los encargados de destruir las tumbas de los pandilleros son todos prisioneros, resarciendo un poco del daño que le hicieron a la sociedad».
CACTUS24 07-11-22