Durante su discurso en la sesión plenario del Foro Internacional de Discusiones Valdái, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha declarado este jueves que Occidente lleva a cabo un «juego sangriento, peligroso y sucio», mientras el derecho internacional fue sustituido por algunas reglas.
En este sentido, el mandatario ruso recalcó que desde Occidente intentan establecer «una sola regla» para que «las autoridades globales puedan vivir sin ninguna regla». El mandatario señaló que actualmente el mundo está atravesando una «crisis sistémica a gran escala», mientras que los países occidentales, que -subrayó -«no tienen unidad», han venido dando «una serie de pasos hacia la escalada», como «la incitación a la guerra en Ucrania, provocaciones en Taiwán, destabilización del mercado alimentario y la destrucción de gasoductos europeos [de Nord Stream]».
En este contexto, indicó que la humanidad actualmente se enfrenta a dos opciones: «seguir amontonando una carga de problemas o encontrar juntos una solución». En consecuencia, «tarde o temprano» tanto los nuevos centros del mundo multipolar, como Occidente, tendrán que entablar un diálogo equitativo para abordar un futuro común. «Cuanto antes, mejor», recalcó Putin.
Putin advirtió que en el mundo actual no será posible mantenerse al margen. «El que siembra el viento, como se dice, cosechará tormenta. La crisis se ha hecho global, afecta a todos y no hay que hacerse ilusiones», aseveró.
El presidente recordó que tras la desintegración de la URSS, Occidente se sintió «ganador» y proclamó el imperio del mundo unipolar en el que «solo su voluntad tiene derecho a existir». Sin embargo, este «período histórico del dominio total en los asuntos mundiales se acaba», recalcó. «El mundo unipolar se va. Estamos ante un hito histórico. Se avecina la década más peligrosa, imprevisible y a la vez importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Occidente es incapaz de gobernar por sí solo a la humanidad, pero lo intenta desesperadamente. Y la mayoría de los pueblos del mundo ya no están dispuestos a soportarlo. Esta es la principal contradicción de la nueva era», resumió Putin.
«Ceguera de superioridad» de Occidente
En el marco de su discurso, el presidente ruso aludió a las palabras del escritor ruso Alexandr Solzhentisin que en en 1978 hablaba de «la persistente ceguera de superioridad» de Occidente. «Durante el último casi medio siglo, esta ceguera, de naturaleza descaradamente racista y neocolonial, se ha vuelto simplemente desagradable, especialmente desde que surgió el llamado mundo unipolar», recalcó.
La confianza de Occidente en su infalibilidad es una tendencia «muy peligrosa», mientras que los intentos de cancelar culturas enteras, como la rusa, no tienen futuro. «En el punto álgido de la Guerra Fría a nadie se le ocurría cancelar la existencia de cultura, ciencia, arte de otros pueblos. Fueron los nazis que quemaban los libros en su tiempo. Pero ahora los padres del liberalismo y el progreso llegaron incluso a prohibir a [el escritor ruso Fiódor] Dostoevskiy y a [el compositor ruso Piotr] Chaikovskiy”, acentuó el mandatario.
Para Putin, las ideas liberales de hoy han cambiado hasta quedar «irreconocibles» y «absurdas». En este sentido, explicó que los puntos alternativos ahora se consideran como «propaganda y amenaza a la democracia». «Todo lo que viene de Rusia son artimañas del Kremlin», dijo Putin, que se preguntó: «¿acaso somos tan omnipotentes?». «Cualquier crítica hacia nuestros oponentes se percibe como maniobras del Kremlin, la mano del Kremlin», aseveró. «No se puede culpar de todo a las intrigas del Kremlin», concluyó.
Ahondando en la crisis de Occidente, el jefe del Estado afirmó que el Occidente colectivo necesita todos los recursos del planeta para garantizar su supervivencia y que considera a sí mismo como «singular», mientras que el resto es «de segunda clase».
Cactus24 27-10-22