Al menos 40 personas murieron y 28 resultaron heridas tras la explosión ocurrida este viernes en una mina de carbón en el noroeste de Turquía, donde los equipos de rescate están por terminar su tarea de búsqueda.
«Contabilizamos en total 40 muertos. 58 mineros pudieron salvarse por su cuenta, o fueron rescatados por los equipos», declaró el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que viajó a la mina de Amasra, en la costa del mar Negro. Según precisó la agencia de noticias AFP, entre los rescatados hay 28 heridos.
Asimismo, el ministro de Energía, Fatih Dönmez, visiblemente afectado, estimó que se acercaba «el final de las operaciones de rescate».
«Las tareas de búsqueda siguen en curso, para encontrar a una persona en paradero desconocido», precisó. Según él, el fuego en las galerías declarado tras la explosión «está ahora bajo control, en gran medida».
En el momento del estallido, una explosión de grisú según las autoridades, ocurrida el viernes a las 18H15 locales (15H15 GMT), había dentro más de 110 mineros.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan viajó al lugar del accidente y prometió una investigación a fondo. «Nuestras instancias judiciales investigarán todos los aspectos de este accidente terrible que nos ha devastado. Ninguna negligencia dejará de tener consecuencias», aseguró el mandatario.
Igualmente prometió que el Estado «protegerá a las familias» de las víctimas, cuyos funerales estaban siendo ya celebrados este sábado en los pueblos vecinos.