Josefa Antonia Ruiz jamás había puesto un pie en Coro, pero la necesidad de ver al menor de sus cuatro hijos, Juan Francisco Ruiz, la llevó a recorrer poco más de 800 kilómetros para poder acceder a la visita de este miércoles en la Comunidad Penitenciaria de Coro.
De 50 años, Juan Francisco está por cumplir siete de los 19 años y cuatro meses de pena impuesta. Los primeros fueron en Apure, los siguientes cuatro años en la cárcel de Mérida y desde hace un mes que está en la Comunidad Penitenciaria de Coro, en el sector San Agustín.
Josefa Antonia, quien vive en el pueblo de Mantecal de donde salió el lunes. Llegó a Coro el martes, permaneciendo en la casa de familiares de un preso falconiano que Juan Francisco conoció. Este miércoles pudo ver de nuevo a su hijo, flaco por el hambre característica en los penales, pero emocionado por ser la primera visita en meses.
A Juan Francisco Ruiz le faltan al menos tres años de pena para poder optar a un beneficio procesal. No obstante, su madre quien la mañana de este jueves estaba en el terminal Pólica Salas de Coro para el trayecto de retorno a Apure, no aspira en estos momentos algún beneficio para su hijo más que, el ser trasladado a una cárcel más cercana, a Barinas por ejemplo donde vive otra hija y pudiera visitarlo más a menudo sin gastos extras, como el de hospedaje.
Josefa confiesa que no trabaja y que a duras penas pudo reunir dinero para costear el viaje a Coro, ciudad a la que espera volver Dios mediante y si sus fuerzas se lo permiten, en diciembre. Insiste en que se traslade a su hijo a un penal más cercano a su estado de origen. El penado por admisión de hechos, es del sector El Refugio, vecindario la Palmita, la Estacada, parroquia Rincón Hondo, municipio Muñoz estado Apure.
Cactus24//06-10-2022