El poder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP) se encuentra en su punto más alto, ya que el grupo petrolero y sus aliados estarían considerando recortar la producción en más de un millón de barriles diarios y anunciarían su decisión en una reunión que mantendrán este miércoles, según indicó Jeff Currie, jefe global de investigación de materias primas en Goldman Sachs.
En una entrevista con la CNBC este lunes, Currie señaló que la OPEP ahora tiene incentivos para recortar la producción, ya que es el único productor de petróleo en el mundo con capacidad de reserva. «Me gusta argumentar que el viejo orden del petróleo ha vuelto», dijo. «La OPEP es probablemente más poderosa que nunca en los 60 años de historia desde su creación. Y una de las razones es que no hemos invertido en fuentes de energía alternativas. Así que son realmente el único negocio en la ciudad», agregó.
La razón por la que la OPEP reduciría la producción, incluso cuando el mercado del petróleo sigue siendo ajustado con inventarios bajos, es que los precios del crudo han bajado más de un 40% porque los inversores huyen del mercado, dijo Currie, resaltando que, si la OPEP puede mejorar la rentabilidad del petróleo en relación con otros activos, el capital empezará a volver al sector.
Además, el experto argumentó que la Reserva Federal de EE.UU también interviene en el mercado petrolero, ya que continúa con su agresiva campaña de endurecimiento. «La historia financiera está controlada por la Reserva Federal, que está reduciendo la liquidez, pero la historia fundamental está siendo impulsada por la OPEP y está sacando potencialmente la oferta de petróleo del mercado», destacó. «Así que es la OPEP contra la Reserva Federal en este momento».
El recorte de la producción es ampliamente esperado, según los analistas, y supondría un golpe para la administración del presidente estadounidense Joe Biden, que ha presionado a Arabia Saudita y a otros miembros de la OPEP para que suministren suficiente petróleo para mantener los precios a raya.
Biden necesita amortiguar la tensión social dentro de EE.UU., provocada por la subida en los precios de los combustibles, así como fortalecer la reputación del Partido Demócrata en vísperas de las elecciones al Congreso, que tendrán lugar en noviembre. Sin embargo, las negociaciones llevadas a cabo con Venezuela no dieron resultado. Arabia Saudita tampoco ha satisfecho el ruego del presidente estadounidense por su actitud hacia Riad como «un Estado paria», luego del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Cactus24 04-10-22