Mediante trabajos de limpieza realizados en un edificio comercial al norte de Alemania, fue hallada una botella de cerveza que data de hace casi 140 años.
Luego del hallazgo, un grupo de catadores probaron y juzgaron el sabor de la cerveza para un proyecto en la Universidad Técnica de Múnich. “Esbelta, elegante y armoniosa”, fue como describieron las características del histórico brebaje embotellado en 1885. Además, identificaron aromas a jerez, oporto y ciruelas.
“Fue muy armonioso en la impresión general y en el amargor”, contó Martin Zarnkow, jefe de tecnología y desarrollo del Centro de Investigación Weihenstephan para la Calidad de la Cerveza y los Alimentos, a través de un comunicado. “La cerveza todavía huele y sabe muy bien”, agrega el documento.
Los investigadores concluyeron que la firma de la cerveza es comparable a las cervezas modernas elaboradas de manera industrial, e identificaron una fuerte oxidación de los componentes del lúpulo.
El estudio aplicó una comparación de la cerveza del siglo XIX con 400 cervezas modernas. A partir de ese análisis clasificaron la cerveza como una lager pálida típica.
Otro descubrimiento relevante fue que la cerveza había sido elaborada bajo la Ley de Pureza, a pesar de que eso no era obligatorio en la región en ese momento. Esa ley, que proviene de Baviera y fue promulgada oficialmente en 1516, estipuló que la cerveza solo debía contener agua, malta y lúpulo para su fabricación. Luego se integraría la levadura como ingrediente.