Más de 100 migrantes latinos, en su mayoría venezolanos fueron dejados en las adyacencias de la casa de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como respuesta a las declaraciones emitidas por ella, en las que afirmó que la frontera estaba asegurada, por lo que el gobernador de Texas le envió dos autobuses repletos de extranjeros, que cruzaron la línea fronteriza.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha enviado en los últimos meses a más de 8,000 migrantes en autobús desde la frontera hasta Washington D.C. y Nueva York en una maniobra política para denunciar la crisis provocada en su estado, asegura, por la llegada incesante de solicitantes de asilo.
Este jueves, al menos dos de esos autobuses, que solían arribar a estaciones de la capital, se dirigieron en su lugar a las puertas de la residencia de la vicepresidenta, Kamala Harris, en en el Observatorio Naval, según reportó la cadena Fox News, para redoblar esa presión política.
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A bordo viajaban entre 75 y 100 migrantes, entre ellos venezolanos, uruguayos y colombianos, enviados desde Eagle Pass, en Texas.
Ese giro político coincidió con el anuncio por parte del gobernador de Florida de una iniciativa similar a la de Texas y Arizona (que ha enviado también autobuses de migrantes a ciudades gobernadas por demócratas). Su gobernador, el republicano Ron DeSantis, mandó a al menos 50 migrantes en dos aviones a la isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, un destino popular para millonarios en verano.
Cactus24//15-09-2022