Las previsiones económicas realizadas por el Banco de España describieron un escenario negativo para el país, ya que el crecimiento de la actividad será lento debido a los «vientos en contra» que afectan a la economía internacional, mientras que la inflación no se desacelerará rápidamente.
Al exponer en el Swiss Bankers Executive Study Tour, realizado el lunes 12 de septiembre en la Bolsa de Madrid, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, afirmó que «se espera que la actividad económica se ralentice, penalizada por los mismos vientos en contra que afectan a las previsiones económicas globales y europeas». Entre ellas, destacó a la inflación, la crisis energética, la incertidumbre y el endurecimiento de las condiciones de financiación.
Con el «fuerte» impulso de la actividad turística durante el verano, y de la apertura de la economía, el banco destacó que el crecimiento del país en el segundo trimestre alcanzó el 1,1 %. Sin embargo, esa recuperación no logró alcanzar el nivel que mostraba a fines de 2019, antes de que se desatara la pandemia, algo que prevé que se podría lograr en el segundo semestre de 2023.
En ese sentido, las estimaciones publicadas en junio apuntaron a que el producto interno bruto crecería 4,1 % durante este año, mientras que en el próximo la mejora sería de 2,8 puntos.
Inflación en alza
Otro de los problemas con los que deberá lidiar la economía española en el futuro próximo es el de la inflación, que este año podría llegar a 7,2 %, y el que viene a 2,6 %. Sobre este punto, Gavilán advirtió que los «altos niveles persistirán más tiempo del que se había anticipado».
Los rubros que más contribuyeron «en el último año», con la suba de los precios, son el ocio, la restauración y el turismo, cuya influencia «ha sido significativamente mayor que la observada en el área del euro, tanto por los superiores incrementos en estas partidas como por su mayor peso en la cesta de consumo», detalló el Banco de España.
En lo que resta del año, también podrían contribuir con la crisis inflacionaria los márgenes de ganancia de las empresas y los aumentos salariales.
Por último, se indicó que aunque el empleo registró una recuperación en cuanto al número de asalariados, si se lo mide en cantidad de horas, aún se está 0,2 % por debajo de los niveles previos al inicio de la pandemia, lo que significa que España tiene menos trabajo, pero repartido entre más personas.
Cactus24 12-09-22