El recién electo presidente de Colombia, Gustavo Petro contará con mayorías en el Congreso que se instala este miércoles para los próximos cuatro años. O, por lo menos, con una oposición casi nula ya que, hasta el momento, sólo el Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe, se ha declarado en este sentido.
Los antiguos uribistas, Partido Conservador y Partido de la U, anunciaron que no le harían contrapeso a Petro. Tampoco lo hará su contendor en la segunda vuelta presidencial, Rodolfo Hernández, pese a que su masiva votación recogió el sentimiento anti-petrista.
Sea por distanciarse del desfavorable gobierno saliente de Iván Duque; por coincidencias con Petro para lograr un “acuerdo nacional” de reconciliación, o por apetito burocrático, el primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia comienza con luna de miel su relación con el legislativo.
Además, miembros de su coalición, Pacto Histórico, presidirán ambas cámaras del legislativo, por lo que se espera que impulsen la agenda de reestructuración de temas tributarios y agrarios, entre otros.
Una oportunidad que el nuevo mandatario piensa aprovechar, pues esta semana anunció que impulsaría sus más grandes reformas en estos primeros doce meses.
