El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Puerto Rico – Mogán detuvo a un ciudadano alemán de 59 años de edad por siete delitos de abusos sexuales y contra la intimidad. El hombre tiene un salón de masajes ubicado en la localidad de Patalavaca-Mogán, en el sur de Gran Canaria, que utilizaba como medio para aprovecharse de sus clientas realizando tocamientos y/o grabarlas con cámaras ocultas durante más de una década (2005 al 2020).
La investigación se inició en el mes de febrero de 2020, a raíz de la denuncia por parte de la madre de una niña de 15 años de edad, en la que ponía en conocimiento unos supuestos abusos sexuales mientras le practicaban un masaje, sin que en primera instancia existiera ninguna evidencia física que demostrase de forma directa la comisión de estos abusos sexuales.
No obstante, la Guardia Civil se desplazó al Centro de Masaje del investigado para realizar las primeras comprobaciones del delito, descubriendo que en la sala de masajes en que se produjeron los presuntos abusos sexuales había una cámara espía en funcionamiento que grababa la zona de la camilla.
Como resultado de la inspección técnico ocular y registro del establecimiento público, los investigadores intervinieron todos los dispositivos sospechosos de albergar videos e imágenes de sus víctimas, detectando además un segundo dispositivo con cámara oculta.
En el desarrollo de la investigación la Guardia Civil llevó a cabo el estudio y análisis forense de los dispositivos de memoria, en la que se encontraron hasta 82 archivos de vídeo, conteniendo grabaciones de unas 20 mujeres desnudas que recibían masajes del investigado, sin embargo en el estudio global de las imágenes se deducía que las mujeres no tenían conocimiento de que estaban siendo grabadas con cámaras ocultas, informa el diario La Provincia.
Además, las distintas indagatorias en el tiempo, llevaron a la los investigadores a identificar a tres mujeres, una niña menor y dos adultas, quienes habían sido grabadas desnudas con cámaras espías sin su consentimiento entre los años 2019 al 2020. La niña menor y una mujer adulta habían sido víctimas de abusos sexuales en la realización de los masajes, ascendiendo a un total de cuatro víctimas, ampliándose los cargos criminales del investigado. El Juzgado decretó su ingreso en prisión sin fianza.
La Guardia Civil sigue analizando las imágenes al objeto de localizar e identificar a otras mujeres captadas por las grabaciones de video.
