La inflación en Estados Unidos sigue su tendencia alcista y en junio llegó a una tasa anual de 9,1 por ciento, una cifra no vista desde 1981 que ha sido empujada principalmente por el encarecimiento de los alimentos y la energía. Así lo reportó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), que además cifró en 1,3 por ciento la inflación del mes de junio.
El incremento de los precios de la energía fue del 41,6 por ciento interanual, la más elevada desde abril de 1980, mientras que en el caso de los alimentos los precios subieron un 10,4 por ciento en el año, el mayor aumento desde febrero de 1981. Sin tener en cuenta el impacto de los alimentos y de la energía, la tasa de inflación subyacente de Estados Unidos en junio fue del 5,9 por ciento.
La Reserva Federal (Fed) ha subido los tipos de interés en sus últimas tres reuniones, y lo ha hecho además de forma progresiva, 0,25 puntos en marzo, 0,50 puntos en mayo y 0,75 puntos en junio. La Fed ya ha advertido que su intención es aprobar una nueva subida tras su reunión de política monetaria de este mes, que se celebrará los días 26 y 27, en un intento por contener los precios.
«Inaceptablemente alta”
La elevada inflación y, sobre todo, la subida de los precios de la gasolina, es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía estadounidense y una de las razones de los bajos índices de popularidad del presidente de EE.UU., Joe Biden. La Casa Blanca aseguró a la prensa que este índice de inflación no considera la caída en los precios que desde el 14 de junio registran los combustibles.
También destacó el buen funcionamiento del mercado laboral y el fuerte ahorro en los hogares. Biden siguió esa misma línea y tras conocerse los datos entregados por la Oficina de Estadísticas Laborales, sostuvo que «si bien el registro de la inflación general es inaceptablemente alto, también está desactualizado”, pues «no refleja el impacto total de casi 30 días de caídas de los precios de la gasolina”.
Cactus24 13-07-22