jueves, diciembre 26, 2024
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Mi pareja me insulta cuando se enoja ¿qué puedo hacer?

Aunque nuestra pareja nos quiera, si nos falta el respeto no es una relación saludable.

Hay parejas que cuando pierden la paciencia durante una discusión, terminan insultando al otro y descalificándolo de manera dolorosa. ¿Cómo actuar?

Es muy posible que muchos nos hayamos visto en esta situación. Esa en la que, en medio de una discusión, de pronto la otra persona nos propina una serie de descalificaciones tan dañinas como ofensivas. Es entonces cuando nos quedamos entre sorprendidos y afectados por ese tipo de comunicación violenta que hiere y deja marca.

Lo más llamativo es que tras ese instante de desacuerdos y efusividad, no dudan en pedirnos perdón. Nos recuerdan cuánto nos quieren y que dichas palabras no iban en serio, que han sido consecuencia del momento. Y, sin embargo, esa experiencia vuelve a repetirse una y otra vez. De manera que la pérdida del respeto se convierte en un hábito.

Por desconcertante que nos parezca, son muchos los que lidian con este tipo de vivencias. Esas en las que, en cuanto surge un desacuerdo o una discusión por cualquier insignificancia, afloran las palabras de desprecio, las etiquetas, los insultos… ¿Qué hacer ante esta dinámica de falta de respeto?

¿Por qué lo hace?
El respeto en la pareja es una actitud psicológica que implica una clara voluntad de no hacer daño al otro. Más aún, busca por encima de todo promover el crecimiento, el afecto que nutre, la atención que valida y el cariño que enriquece. Dicha conducta no deja espacio al abuso en ninguna de sus tipologías, incluyendo la comunicación violenta.

Por ello, debemos tener claro que si nuestra pareja nos insulta en medio de una discusión, está ejerciendo un comportamiento abusivo. Está haciendo uso de un tipo de lenguaje agresivo y, como tal, es una forma de maltrato. El respeto no permite estas situaciones, ni todavía menos esas prácticas que generan sufrimiento a quien se ama.

Una investigación de la Universidad Case Western Reserve indica algo importante. El insulto forma parte del abuso emocional, puesto que es una clara agresión verbal orientada a la burla o la degradación. Asimismo, esta práctica es más común en las generaciones más jóvenes.

Lejos de verlo como algo normal o permisible, es necesario verlo como lo que es: una clara manera de maltrato y un atentado contra la propia relación.

Razones de por qué se recurre al insulto en las discusiones
Si mi pareja me insulta cuando se enfada, lo primero que pienso es que ha perdido el control. Es cierto que la falta del dominio de los impulsos podría ser un factor. Sin embargo, hay razones más profundas. Son muchas las personas que tienen integrada en su narrativa mental y comunicativa el uso del insulto.

La comunicación violenta no surge de improviso, es un patrón que muchas veces se hereda en la infancia y en las dinámicas familiares. Aprendemos a comunicar en casa y aquello que vemos es lo que normalizamos y repetimos.

Uno puede saber que dichas palabras generan daño, pero cuando se pierde el control y atenaza la ira o frustración en una discusión, es común que aparezcan.

Tipos de insulto en la comunicación violenta
Los insultos en las relaciones de pareja están presentes de muchas formas. En ocasiones, pueden ser tan sutiles que la otra persona puede no darle importancia al principio. Confundir una agresión verbal con el clásico comentario “irónico-burlesco-cariñoso” es algo muy usual. Aunque al final, a medida que se repite, el daño es más que evidente.

Estas serían algunas manifestaciones de esa comunicación agresiva:

*Ridiculizar a la pareja y ponerla en evidencia, tanto de manera privada como públicamente.
*Menospreciarla y degradarla.
*Hacer uso del sarcasmo para insultar.
*Insultos directos y malsonantes.

¿Cómo actuar en estas situaciones?
Son muchas las personas que dejan espacio a la comunicación agresiva hasta el punto de normalizarla. Tanto es así que es frecuente ver incluso a parejas en las que ambas se insultan por igual. No es lo adecuado. No es saludable ni permisible. Porque por lo general, el abuso emocional también deja espacio a otras formas de agresión, a otras dinámicas igual de dañinas como la manipulación, los celos, la necesidad de control, etc.

Debemos entender que la falta de respeto nos deshumaniza y es una realidad que nunca debe tener cabida en una relación. No podemos tolerarla y por ello, es necesario actuar.

Si convivimos con alguien que recurre al insulto y al menosprecio, debemos exigirle cambios. Hay que actuar ante la primera descalificación dejando claro el impacto que ese gesto tiene en nosotros. No podemos permitirlo y le pediremos a la otra persona que cambie la comunicación violenta por la comunicación asertiva.

Es necesario que nuestra pareja aprenda a regular sus emociones e impulsos.
También que se habilite en un mejor estilo comunicativo. Por ello, y más en estos casos, es recomendable acudir a terapia psicológica.
Por último, si no vemos ningún indicio de cambio y la comunicación sigue siendo violenta, dañina y ofensiva, deberemos tomar una decisión. Nadie merece que le hablen mal.

El amor no hiere, no denigra con la palabra y, si es esto lo que recibimos a diario, recordemos que siempre será preferible la soledad a una compañía que nos hace daño.

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