Una contracción del 75% ha registrado el sector de la aeronáutica comercial desde el 2013 a la fecha y más de 600 aviones privados están parados por falta de combustible.
La revelación está contenida en el informe sobre el sector presentado este martes por el dirigente político Leocenis García, quien hizo la presentación del dossier en reunión que sostuvo con los periodistas de los canales de televisión y portales informativos.
García comentó a los reporteros que los pilotos y empresarios aeronáuticos se acercaron a él para entregarle información porque se sienten desasistidos.
“Este es un sector que en más de 70 años aportó mucho para el desarrollo de Venezuela, pero su situación actual es alarmante”, señaló el coordinador nacional de Pro Ciudadanos.
Como ejemplo de la indefensión del sector García comentó que para ciudades como Maracaibo y Barquisimeto hay un solo vuelo diario, dado las pérdidas que deja el costo de operación de una aeronave con respecto al pasaje que le permiten cobrar a la empresa de aviación comercial.
Cuestionó que sobre este punto haya una férrea intervención estatal “bajo argumentos políticos y de control”.
Explicó que en Venezuela operan seis Boeing 737, cuya hora de vuelo tiene un costo de operación que oscila entre los 3.500 y 4.000 dólares.
“Si un avión saliera full de pasajeros llega a 3.000 dólares y eso no cubre los costos de operación de la hora vuelo”.
“Para las líneas no es negocio volar, están sobreviviendo”, resumió García, quien informó que un piloto de Copa Airlines o de Avianca gana 9 a 12 mil dólares mensuales, mientras que en Venezuela la cifra va de 800 a 1.200 dólares.
VOLAR EN JET ES MÁS BARATO
En cuanto a la aeronáutica civil, Leocenis García presentó un balance negativo, pues aseveró que “más 600 de aviones en toda Venezuela están parados, porque hasta 2019 el combustible que usaban se producía en una refinería en Curazao y ya no se produce”.
Comentó que el 70% de los aviones del parque civil utiliza combustible Avgas, porque son de pistones
Al respecto acusó que el combustible quedó “reservado para privilegiados vinculados al gobierno”, que lo terminaban vendiendo en un mercado negro a entre 7 y 9 dólares el litro.
“Un avión a pistón su operación terminaba siendo más cara que un jet”, ilustró.
Asimismo, García lamentó que el despegue de un avión al exterior esté supeditado a una autorización de la vicepresidencia ejecutiva de la República.
Y agregó que la situación se hacía dramática cuando los aviones deben pagar uso de hangares y estacionamientos y un seguro obligatorio con costo entre 2.500 y 3.000 dólares.
“La crisis que hay tiene un solo nombre: controles económicos. El sector demanda libertad económica, que pueda fijar sus precios bajo razonamientos económicos y no políticos”, planteó García.
“Al intervenir, el Gobierno ha acabado con un sector importante para el turismo y el sector alimentario”, dijo.
También criticó lo que juzgó como una competencia desleal del Ejecutivo, al que señaló de quitar rutas internacionales a líneas privadas para entregarlas a Conviasa.