Eran las seis de la tarde de este 4 de mayo, cuando la embarcación Santo Amaro II zarpó desde el Puerto Las Piedras en Punto Fijo con destino a la zona 1 de pesca en el golfo de Venezuela, una faena en el mar que habitualmente dura 12 días.
Sin embargo, la suerte no acompañó a la tripulación, pues el 12 de mayo a la 1:00 pm compareció ante la oficina de División de Seguridad Marítima de la Estación Principal de Guardacostas en Punto Fijo, Carlos Francisco Estaba, dueño del buque de pesca (matrícula aammt-pe-0233, siglas YYP-5612), para informar su preocupación sobre la falta de comunicación con la tripulación del barco a cargo del capitán Robinson Vargas, según reseña el acta de denuncia EPGPF 0005/22 al que tuvo acceso la redacción de Cactus24.
El acta especifica que la embarcación tenía fecha de regreso para el día 16 de mayo, no obstante, la última vez que los tripulantes se comunicaron a tierra firme fue el día 4 de mayo a las 10:00 pm para informar sobre el cambio de filtro en máquina principal, para posteriormente retomar la navegación. “Sin dar más detalles de su última ubicación y hasta el momento no haber logrado establecer comunicación ni ubicación”, reseña el documento.
En entrevista para Cactus 24, Carlos Estaba explica que desde el día 4 de mayo levantaron la alerta y notificaron a todas las embarcaciones de la anomalía por un barco que perdió comunicación. “No había indicio para pensar alguna otra cosa, tratar de ubicar en persona la embarcación, lo hizo Guardacosta y vigilancia costera”, afirmó.
Es natural de Paraguaná, tiene 56 años y tiene más de 25 años de experiencia en el mar. El Santo Amaro II navega en aguas venezolanas desde hace 20 años sin ningún tipo de incidente. La embarcación tiene un costo de 500 mil dólares.
“Yo lo único que quiero es que aparezca mi tripulación, el barco no me interesa, el material se recupera, pero los cinco que zarparon no son mis simples empleados, son mi equipo, hemos trabajado juntos y este era el cuarto viaje”, comentó.
La pesca de polivalente se hace mar adentro y están en el agua entre 15 y 30 días. Es el conjunto de actividades dirigidas a la extracción de distintas especies de peces marinos con el uso de más de un arte de pesca mecanizado.
Cactus 24 revisó documentos logísticos previos al zarpe. La guía de inspección de seguridad marítima se realizó el día 3 de mayo. Según el documento, el buque de pesca no presentaba ninguna falla, poseía los equipos (radio) y contaba con los permisos sanitarios, cartas de navegación, servicios de comida y bebida, botes de basura y motores en óptimas condiciones.
En cuanto al acta de revisión firmada por las autoridades venezolanas el 4 de mayo, la embarcación fue revisada por una inspección antidroga quien afirmó que en la embarcación todo estaba en orden.
Pero a las 11 de la mañana, la representante legal del buque Santo Amaro II, Leonor Pérez, denunció en Capitanía, el retraso del arribo de la embarcación. Leonor aseguró en la entrevista N- 031/22 que el Sistema de Identificación Automática que permite la comunicación entre embarcaciones funcionaba correctamente y fue verificado por un funcionario de la capitanía.
El acta que registra las declaraciones de Pérez, el capitán del buque Don Pablo, quien declaró que durante su faena de pesca a seis millas aproximadamente del lugar de donde estaba divisó una embarcación durante el día y la noche no divisaba luz. Tras la información aportada por el capitán del buque Don Pablo, Leonor confesó que activaron una búsqueda de pesca artesanal Candelaria, dirigiéndose a la zona y regresando sin ninguna novedad.
Familiares de los tripulantes denunciaron la desaparición del barco ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Punto Fijo, exigiendo que sea investigado Carlos Estaba.
Señor Estaba, los familiares denunciaron que la embarcación no estaba en las mejores condiciones, según declaraciones en los medios, aseguran que no tenían equipos para comunicarse.
– Creo que hemos sido responsables porque desde el primer momento vimos que existía una anomalía, pedimos notificación desde el día 5 y comenzamos a preguntar a las embarcaciones que llegaban a Las Piedras si había la posibilidad de que el Santo Amaro II se había comunicado o al menos había pedido auxilio, pero nunca sucedió, intentamos llamar y desde las diez de la noche (4 de mayo) ya no teníamos comunicación, fue imposible por radio. Nuestro sistema de radio fue inspeccionado por los técnicos del INEA como lo ordena la ley, nosotros invertimos en equipos de alta tecnología, tampoco hubo frecuencia ni posibilidad de comunicación… Quizás la faena de pesca los llevó a zonas donde no hay comunicación y por ello dimos lugar a la duda positiva, entendiendo que la jornada de pesca dura 12 días y se extendía desde el día 4 hasta el 16 de mayo. Comunicamos la alerta de incomunicación ante las autoridades, el IAS estuvo encendido hasta las diez de la noche del día 4 de mayo. Nosotros notificamos a las autoridades y esperábamos los resultados. Comenzamos desde el día 7 de mayo, una búsqueda informal ya con mayor preocupación ante la falta de comunicación con la tripulación.
Insisten que usted ocultó información y que rehusó comunicarse con los familiares, además que no ha colaborado con la logística para las búsquedas.
– Si a mí me piden los familiares aporte, yo estoy en la disposición de ayudarles para que ellos busquen en sus propios medios como dicen que han hecho, desde mi empresa se ha hecho eso. Yo he ayudado a las embarcaciones de los organismos autorizados para la búsqueda, no con combustible, pero si para conseguir el diésel y mantener la faena de búsqueda.
¿Es la primera vez que le sucede esto?
– Si, son 20 años con el Santo Amaro II en el mar y nunca tuve problemas. Además, es muy buena mi relación laboral con los tripulantes.
Dos de sus empleados no zarparon ese día, por qué
– Para que todos vayan en mi embarcación deben ser de confianza porque yo no voy a meter a nadie en quien no confié en mi empresa, de mi confianza son todos. Pero hay unos del personal que estaban permeados para salir, pero lamentablemente atraviesa una situación de salud desde días antes.
¿Hasta ahora cómo ha sido el operativo de búsqueda de los organismos venezolanos?
– Han hecho todo lo posible con las naves que tienen en coordinación con otros buques y embarcaciones, pero las búsquedas han sido en vano.
Una femenina asegura que tuvo contacto con un tripulante el día 6 de mayo, pero desde el 4 no hay comunicación según el reporte oficial. ¿Hay pruebas de lo que asegura el familiar? ¿Usted se ha reunido en persona con los familiares?
– Si ella asegura que su esposo la llamó el seis de mayo, que las autoridades que investigan, se encarguen y expliquen cómo es que el día seis andábamos como locos buscando, al menos yo si quiero saber qué pasó ahí.
¿Qué tanto le preocupa el desenlace de esta situación?
– Lo primero que quiero es que aparezca la gente, la embarcación es material y bueno, hay muchos accidentes en el mar, pareciera que el mar estuviera bravo con los trabajadores del mar. Espero que aparezcan vivos y podamos socorrerlos. Para mí esto no es nada fácil.
Entrevista y redacción: Jhonattam Petit