El integrante del consejo de la administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Jorge Roig, afirmó que el gobierno nacional «dejó de vernos a los empresarios como unos enemigos» y se dio cuenta que «gran parte de la economía funciona gracias a la empresa privada».
Aseguró que «se han abierto unos espacios de negociación diferentes» a otros procesos.
«Nos reconocen como actores, estamos influenciando a la economía y gran parte de las divisas que circulan por el torrente económico de Venezuela son provistas por el empresario privado», dijo en entrevista con Unión Radio.
A su juicio, «hay una nueva etapa» en la que el gobierno y los empresarios se miran «con un poco más de confianza».
Considera que la postura que ha desempeñado el gobierno con la llegada de los integrantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), «demuestra que hay un compromiso» por parte del Ejecutivo para que «esta negociación recién instalada funcione».
«Tengo razones ingenuas de creer que esto va a funcionar, de verdad creo que ahí logramos unos acuerdos muy beneficiosos», dijo.
Insistió en que se trata de un proceso en el que se está dando «un buen paso». «Nos sentamos, nos empezamos a reconocer, empezamos hacer acuerdos y ahora, la transcendencia de este acto que tuvimos estos cuatro días, será si se cumplen estos acuerdos».
«Tengo buenas esperanzas de que el gobierno en esta oportunidad este accediendo a cumplir con gran parte de los acuerdos pautados», añadió.
Asimismo, aseveró que es responsabilidad del gobierno, de los empresarios y el trabajador materializar cada uno de los acuerdos.
Comentó que han discutido sobre cómo deben ser los salarios mínimos y las devoluciones de tierras expropiadas.
Roig adelantó que la próxima semana van a profundizar cada uno de los temas que comprende la agenda. «Comienza con una serie de reuniones que vamos a tener bipartitamente» y después seguirán los encuentros tripartitos.
El también expresidente de Fedecámaras señaló que el gremio empresarial quiere discutir sobre el salario mínimo, la «persecución» hacia los empresarios y sindicalistas, propuestas económicas y la Ley del Trabajo.
Roig agregó que la misión de la OIT que se encuentra de visita en Venezuela es la «más grande» desde su creación.
