Un grupo de socorristas penetró este sábado por la tarde en el túnel del norte de Marruecos con la esperanza de hallar con vida a Rayan, el niño de cinco años, que cayó allí hace cinco días, comprobó la AFP.
Los socorristas descendieron con un equipo de médicos, sin que se sepa por el momento cuánto tiempo podrían permanecer en ese pozo de 32 metros de profundidad.
Una tarea que se ha hecho con extremo cuidado para evitar derrumbamientos de la tierra arcillosa, de forma manual, por dos equipos que se van turnando para perforar un túnel al pie del enorme muro dejado por las máquinas que ya excavaron hasta abajo.
En lo alto de ese muro, un precipicio visto desde la casa de la modesta familia de Rayan, está la boca del pozo, que se adivina desde abajo gracias a tres palos puestos en forma de campaña sobre ella y una luz alumbrándola
Abajo, los técnicos van colocando tubos en lo perforado del túnel y avanzando centímetro a centímetro, pero el tiempo y las tareas van lentas. Ocho horas para excavar dos metros y medio y a las cuatro de la mañana aún quedan tres metros para llegar a Rayan.