El consumo farmacéutico de producción en Venezuela cubre el 80%, mientras que el 20% es importado, reveló un informe de la oficina Económica y Comercial de España en Caracas.
Según los datos recabados, el Estado venezolano promueve la importación para combatir el desabastecimiento farmacéutico.
En la ciudad de Coro es notable la expansión farmacéutica en las principales avenidas, sectores de la ciudad y centros comerciales bajo el método de importación. Sin embargo, representantes del sector farmacéutico de la ciudad expresan su preocupación por el ejercicio ilegal de algunos expendios.
Para el presidente del Colegio Farmacéutico de Falcón, Jorge Morales, se podría tratar de “legalización y repatriación de capitales”.
Considera que la crisis venezolana y la recesión económica global producto de la COVID-19 son una barrera que impide el crecimiento exponencial de las farmacias.
“Instalar una farmacia que es poderosa, su inversión es bastante alta, no sé dónde sale ese dinero, llama la suspicacia que ese dinero brote tan fácilmente”, dice en conversación con Cactus24.
Morales agrega que un proyecto farmacéutico que cumpla con la ley y cuente con un profesional de farmacia, autorizado profesionalmente para la instalación de una, puede iniciar su servicio de atención en un tiempo prudencial.
“Muchas veces se saltan la ley, vemos como se está presentando el caso de farmacéuticos itinerantes que están instalando oficinas de farmacias en diferentes ciudades y luego las abandonan; entonces la farmacia no ofrece un servicio óptimo de salud puesto que no está el profesional indicado”, explica.
La ilegalidad farmacéutica representa un riesgo
Morales advierte que algunos profesionales de farmacia subestiman el riesgo que corre una sociedad si no se legaliza el ejercicio.
“No puede haber dualidad, un farmacéutico no puede atender dos farmacias, según la ley”, explicó.
El artículo 4 de Ley de Colegiación Farmacéutica, establece:
“Los farmacéuticos para ejercer la profesión deben: Matricularse en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y estar inscritos en el colegio de Farmacéuticos de la jurisdicción”.
El presidente del colegio en Falcón, aclara que el Estado no impide el ejercicio del trabajo, sino que debe ser normalizado para evitar un problema que puede dañar la vida de muchos.
“El riesgo que se corre es la ilegalidad», pues en caso de que cualquier accidente suceda sobre una población y el origen de la farmacia instalada fue irregular, «esa farmacia corre con todas las penalidades”, apuntó.
Cuestiona que las farmacias hayan convertido los expendios en pequeños bodegones.“Ahora vemos comida y licores en las farmacias; eso no puede ser”, criticó Morales.
Alerta que farmacias móviles violan la ley
“De las farmacias móviles no se conoce nada; quién es el profesional responsable de esos medicamentos, no sabemos quién es el profesional responsable de la calidad de los medicamentos, del manejo, el uso, el cuido y el respaldo”, expone.
Aunque no cuestiona que las farmacias móviles son una política de Estado, considera que el gobierno debe garantizar que “sea una política de Estado bien dispensada y con certeza”.
Morales denuncia que las farmacias móviles han dispensado medicamentos que no han sido evaluados por el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”. Asegura que ha constatado que algunos prospectos están en otros idiomas, aun cuando el Artículo 22 de la Ley de Medicamentos establece: “Es obligatorio que los rótulos y prospectos de los productos farmacéuticos, tanto nacionales como extranjeros, estén escritos en castellano, pudiendo estar además en otro idioma”.
El equipo de Cactus24 conversó con empleados de la farmacia Móvil ubicada en la avenida Manaure de Coro. Se constató que no hay presencia de un profesional de farmacia, sin embargo existe un médico regente.
Los entrevistados -quienes prefieren no revelar su identidad- explicaron que desconocen la presencia de un farmacéutico en las demás unidades móviles.
Sin embargo, aclararon que los jóvenes que atienden al público no están autorizados para recomendar medicamentos.
¿Qué sucede con los ambulatorios?
La falta de medicamentos en los ambulatorios tipo I y consultorios populares hacen reflexionar a Morales.“Porqué si hay un esfuerzo en dotar de medicamentos a la población, porque no atienden los ambulatorios donde concurren la mayoría de los pacientes”, reflexiona.
Destaca que para tener una política de farmacia efectiva deben priorizarse los centros de contención.
Sugiere que los políticos falconianos que distribuyen medicamentos en mítines políticos deben ir acompañados de un profesional médico y farmacéutico.“No es un paquete de harina pan lo que están repartiendo”, finalizó.
Redacción: Jhonattam Petit – Corresponsalía en Coro