Russ, un pitbull de tres años, se perdió cerca del lago Tahoe, en Estados Unidos luego de asustarse y salir corriendo del lado de su dueño, Ricardo Rodríguez. El episodio sucedió en agosto del año pasado, y Rodríguez comenzó la búsqueda, pero los incendios en California lo obligaron a salir de la zona en la que residía.
El incendio Caldor de principios de septiembre lo alejaron más de su mascota que seguía sin aparecer, por lo que insistió en reportar su caso con asociaciones de ayuda y protección animal. Como se recordará, el llamado Incendio Caldor fue responsable de la destrucción de casi 1.000 estructuras, incluyendo casas y negocios y miles de hectáreas de terreno entre California y Nevada. “Después de meses sin recibir noticias, asumí que estaba en buenas manos con otro propietario”, dijo Rodríguez a CNN, “tenía la esperanza de que algún día regresaría”.
Lo vio un esquiador
Pasaron días, semanas, meses, y Russ seguía perdido, pero todo empeoró con la llegada del invierno, ya que las bajas temperaturas también suponen un serio peligro para la vida de muchas especies, especialmente las domésticas.
El 16 de diciembre, un esquiador cerca de Twin Peaks, ubicado al oeste de South Lake Tahoe, observó que había un perro acurrucado en la nieve cerca de un árbol. “Kyle Shumaker, agente de Servicios para Animales del Condado de El Dorado, no pudo llegar al perro, por lo que se notificó a Wendy Jones, fundadora y directora ejecutiva de Tahoe PAWS & TLC 4 Furry Friends”, citó CNN.
Wendy envió a dos de sus voluntarios a esta misión, ya que ella estaba atendiendo otro rescate. Las voluntarias Leona Allen y Elsa Gaule comenzaron la misión. “Ni siquiera dudamos. Teníamos solo una oportunidad, o lo atrapábamos o no sobreviviría a la noche”, contó Allen, quien lleva tres años en la organización.
Las voluntarias subieron la empinada colina con el agente Shumaker junto a un trineo. Las temperaturas bajo cero hacían difícil la tarea, pero iban decididos a rescatar a Russ. “En el pozo de un abeto había una masa oscura, pensé que era él, pero no se movía”, dijo Allen.
Fue entonces cuando Russ levantó la cabeza y abrió los ojos. Allen gritó a su compañera: ‘¡Elsa, lo encontré y está vivo!’”. Lo que venía era decisivo, pues el rescate debía cumplirse de forma segura. Russ estaba muy asustado, incluso soltó un gruñido que se explica por las difíciles condiciones que había pasado solo en la nieve. Las voluntarias le ofrecieron algunas golosinas y lograron acercarse y mantenerlo calmado.
“Tomé mi mano y la puse debajo de su barbilla, y de inmediato apoyó la cabeza en mi mano”, dijo Elsa. Fue entonces cuando supieron que estaba confiado y listo para ser rescatado. Russ fue envuelto en mantas y colocado en el regazo de Allen en el trineo, que Gaule guió lentamente en su descenso. Tras una revisión veterinaria, comprobaron que el perro estaba sano, un milagro a decir de las condiciones en las que fue hallado.
“Los perros entran en modo de supervivencia”, dijo Jones a CNN, “Son superfuertes y superinteligentes… es como si un interruptor de luz se apagara en su cerebro y el modo de supervivencia se activara”. Russ se quedó en el refugio unos días mientras usaban su microchip para buscar a su dueño. Tanto Allen como Gaule dicen que visitaron a Russ mientras estuvo allí y notaron lo dulce y gentil que era con todos, precisó el medio.
Por fin, Ricardo Rodríguez pudo reencontrarse con Russ el 26 de diciembre, luego de 4 meses de angustia entre los incendios y el frío mortal.
