Los casos de COVID-19 aumentaron este jueves a niveles récord en Australia, especialmente después de que las autoridades hicieran obligatorio informar sobre los casos detectados en los hogares mediante las pruebas de antígenos.
El estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia y cuya capital es Sídney, informó hoy de 92.264 infectados, su número de casos diario más alto desde el inicio de la pandemia, aunque se especificó que más del 60 por ciento del total son casos detectados mediante pruebas rápidas y no de laboratorio.
Por su parte, el estado de Queensland, noreste del país, también apuntó un nuevo récord de casos diario al rozar los 15.000, un 20 por ciento mediante pruebas de antígenos.
Ambos estados además registraron su día con más fallecidos, con 22 decesos en Nueva Gales del Sur y 6 en Queensland.
No hay colapso del sistema sanitario
Las autoridades sanitarias australianas optaron recientemente por reservar las pruebas de laboratorio para las personas que mostraban signos más claros de haber contraído COVID-19, ante la masiva afluencia de residentes debido a que un test negativo era indispensable para viajar por el país.
Como alternativa los expertos solicitaron al gobierno levantar la restricción de viaje y ofrecer en sustitución las pruebas de antígenos, que también son tenidas en cuenta para los datos diarios.
Sin embargo, la gran demanda de estas pruebas también ha creado el desabastecimiento de los test de antígenos en algunas farmacias, mientras algunos expertos alertan de la posibilidad de que se agoten por completo.
El reciente repunte de infectados, no obstante, no está provocando el colapso del sistema sanitario debido a que alrededor del 92 por ciento de la población diana en Australia está vacunada con la pauta completa de la vacuna, mientras las autoridades aceleran en la administración de la dosis de refuerzo.
Desde el inicio de la pandemia, el país oceánico ha detectado 1,39 millones de contagios, incluidos más de 2.400 fallecidos.
Cactus24 13-01-22