El crecimiento mundial se desacelerará este año y la situación podría empeorar por el impacto de la variante ómicron del coronavirus, que se propaga rápidamente en todos los continentes acentuando la escasez de mano de obra y los problemas logísticos, advirtió este martes el Banco Mundial en su informe.
La institución revisó a la baja su previsión de crecimiento del PIB global para 2022 en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 4,1% después del 5,5% registrado en 2021.
Ayhan Kose, jefe de previsiones del Banco Mundial, destaca además que la pandemia ha llevado la deuda global total al nivel más alto en medio siglo, ante lo que se requiere un esfuerzo coordinado.
El BM considera clave la evolución de la pandemia y la vacunación. «Se prevé que la proporción de la población vacunada en muchas economías supere el 70% a mediados de 2022 pero las perspectivas siguen siendo inciertas en varios países», especialmente en las naciones pobres, observa el informe. En el peor escenario «la mayor parte del impacto se sentiría en el primer trimestre de 2022, seguido de un repunte notable en el segundo trimestre», asegura, admitiendo que si el actual brote de ómicron cesa pronto, su impacto económico podría ser leve.
El billonario plan de inversiones de Biden no evita la bajada
Para Estados Unidos, la proyección de crecimiento fue revisada a la baja para 2022 a 3,7% (-0,5 puntos porcentuales) después del 5,6% en 2021. El Banco Mundial prevé que el plan oficial de gasto en infraestructuras de 1,2 billones de dólares a 10 años, firmado en noviembre, «dé solo un pequeño impulso a la actividad económica a corto plazo, y la mayoría de sus efectos se notarán una vez pasado este año».
El panorama en las economías avanzadas es similar. El informe pronostica que su crecimiento disminuiría al 3,8% en 2022 desde el 5% en 2021, y caería aún más al 2,3% en 2023, pero dijo que su producción e inversión volverían a su tendencia anterior a la pandemia para 2023. China crecerá un 8% (0,5 puntos menos de lo calculado anteriormente), Japón un 1,7% (1,2 puntos menos).
Sin embargo, la peor parte será para los países en desarrollo, que «se enfrentan a graves problemas a largo plazo relacionados con tasas de vacunación más bajas, políticas macroeconómicas globales y al peso de la deuda», dijo a los periodistas el presidente del Banco Mundial, David Malpass, citando evoluciones preocupantes de los datos de pobreza, nutrición y salud y el impacto del cierre de escuelas. El 70% de los niños en países de bajos ingresos no son capaces ni de leer una simple historia, frente al 53% del resto, dijo. Malpass habló de un «aterrizaje forzoso» para los países en desarrollo, siguiendo el símil del despegue económico.
Latinoamérica, bien golpeada
América Latina crecerá un 2,6% en 2022 y un 2,7% en 2023, después de una fortísima recuperación del 6,7% el año pasado, y se enfrenta a importantes riesgos como un aumento abrupto en la cantidad de casos de COVID-19, tensiones en la financiación y estrés relacionado con la deuda, prevé el organismo. Las proyecciones implican que la región perderá terreno en el ingreso per cápita no solo en relación con las economías avanzadas, sino también con las de Asia oriental y el Pacífico y las de Europa y Asia central.
Por países, la economía de Brasil se desacelerará hasta el 1,4% en 2022 y repuntará al 2,7% en 2023. El crecimiento de México, por su parte, disminuirá según las proyecciones hasta el 3% en 2022 y el 2,2% en 2023. En Argentina, el crecimiento se desacelerará al 2,6% en 2022 y al 2,1% el año siguiente, mientras que los fuertes rebotes observados en Chile, Colombia y Perú en 2021 también se debilitarán en 2022 y todavía más en 2023.
En Centroamérica, el crecimiento se mantendrá sólido en 2022 en un 4,7%, debido a la mejora en las perspectivas respecto de la vacunación y la entrada firme y continua de remesas.
Cactus24 11-01-22