Era la mañana de este lunes cuando «Alex» llegó a su casa en el sector Bolivariano de la comunidad de Batalla de Carabobo, Los Guayos, pero nadie salió al avisar desde la unidad de transporte público con la que trabajaba, que había llegado. Era extraño que su esposa no atendiera al llamado, así que decidió entrar: En la habitación matrimonial encontró sobre la cama dos cadáveres.
- «Joana, Joana», empezó a gritar una vecina en la calle, en la manzana F. De la impresión, casi no podía hablar.
- «Llamen a una ambulancia», seguía gritando.
Otros vecinos pensaban que se trataba de algún tema de salud, pero cuando un miembro del Consejo Comunal, quien hacía la llamada de emergencia, entró al cuarto para saber sobre el estado de la mujer y su niña e informar a quien estaba del otro lado del teléfono, lo confirmó: Están muertas.
Nadie lo podía creer. ¿Quién pudo hacer eso a Joana? Peor: ¿Quién pudo hacer eso a una niña? Las dos tenían heridas de arma blanca en el cuello. Algunas miradas se centraron en «Alex», el esposo y padre, respectivamente, de las víctimas. Pero los vecinos, quienes sí conocían a la familia, se atrevían a asegurar que aquel crimen que conmocionó a la comunidad, no era por un tema pasional.
Ese día, «Alex» salió de casa a eso de las 4 de la mañana porque le tocaba surtir de combustible a la camioneta de pasajeros. Al equipar, regresó a la vivienda. Ya eran cerca de las 9 de la mañana. Se suponía que al llegar, «Joana» saldría para darle el desayuno y que él continuara con su trabajo, como siempre, pero no fue así.
Tras el hallazgo de los cadáveres, la primera autoridad que llegó al lugar fue la Policía Municipal de Los Guayos, cuyos oficiales resguardaron la escena y notificaron a funcionarios de la Coordinación de Investigación de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Lo primero que notaron los detectives es que el atacante no se llevó muchas cosas de valor, solo faltaba el teléfono de la mujer, pero una tablet y otros enseres estaban intactos. Incluso, los regalos que le trajo el Niño Jesús a la pequeña Alexandra, quedaron alrededor de su cadáver.
«Alex», con quien «Joana» tenía ocho años de relación, era el principal sospecho. Se lo llevaron en calidad de investigado mientras los pesquisas hacían lo propio. En la noche lo dejaron ir. El caso ya estaba resuelto: El presunto asesino sería un adolescente conocido de la familia. Y la intuición de los vecinos no falló.
A través de las investigaciones, los detectives habrían determinado que «Alex» había sostenido una discusión con un adolescente a quien, supuestamente, ayudó dándole trabajo como colector en la unidad colectiva que conducía, porque al parecer le había hurtado un dinero de la ruta.
Aparentemente, ese mismo jovencito, quien además conocía los movimientos de la casa y sabía que ese día «Alex» había salido, habría ingresado a la vivienda y atacó a la mujer y a la niña. Las víctimas fueron identificadas como Giovanna Elizabeth Delgado León, a quien le decían «Joana», ama de casa, y Alexandra Yexibe Serrano Delgado, de seis años de edad.
El móvil del doble crimen es la venganza, según determinaron los investigadores, quienes buscan activamente al adolescente para que pague ante la justicia por los hechos que hoy enlutan a la familia Serrano Delgado.
Cactus24 (29/12/2021)