Haley Parke le dio la bienvenida al mundo a su segundo hijo a través de una cesárea para que su esposo enfermo de cáncer, “Jb” Parke, pudiera conocerlo. A pesar de ser un día de alegría por el nacimiento del niño, fue uno de dolor por la muerte del hombre recién convertido en padre.
Parke detalló cómo su esposo fue admitido en el Hospital Hartford de Connecticut, Estados Unidos, tras sufrir complicaciones de salud relacionadas a su lucha contra el cáncer a finales de noviembre de 2021. Poco tiempo después, la pareja descubrió que la esperanza de vida de Jb pasó de meses a días, reseñó el portal de la revista People.
“A tres semanas del nacimiento de nuestro segundo hijo, mi marido y yo sabíamos que lo correcto era pedir una inducción. Los médicos de la UCI trabajaron con la jefa de partos de alto riesgo y me ofrecieron la posibilidad de la inducción”, ha explicado Parke en Facebook.
Lo cierto es que se trataba de algo enormemente complejo y que también tenía algún que otro riesgo, pero siendo consciente de que el fallecimiento de su marido podía estar cerca, el tiempo era un factor que hacía que se calificara de urgencia ese parto. La previsión era que el alumbramiento fuera vaginal, natural y rápido; no obstante, el empeoramiento de la salud del padre de la criatura, hizo que hubiera que tomar medidas. El estado de salud de Jb, (iniciales del padre), hizo que la estimación de su deceso pasaría a producirse en apenas unas horas, por lo que había que tomar medidas; básicamente, había que realizar una cesárea.
“Sin ninguna duda en mi mente, dije ‘Vamos’ y lo hicimos. En cuestión de literalmente un minuto, estaba en el quirófano, y en tan solo 20 minutos después, nació nuestro hijo”.
“Me lo dieron para un beso rápido, y luego un equipo de médicos y enfermeras lo subieron 2 pisos y lo colocaron sobre el pecho de su papá”, añadió. “¿El milagro de todo esto? Cuando pusieron a nuestro bebé sobre el pecho de Jb, los signos vitales de Jb mejoraron instantáneamente. También reconoció que nuestro hijo estaba allí haciendo pequeños movimientos de cabeza y dulces gemidos”.
Al finalizar la operación, la cama de Haley fue puesta junto a la de su esposo. Fue en ese sitio donde ella y su hijo recién nacido compartieron los momentos culminantes junto a “Jb”.
“Pasé mi tiempo de recuperación mirando a mi esposo”, escribió Haley. “Lo estaba mirando con tristeza, pero asombrado por su fuerza. Él tomó su último aliento con nuestro hijo en su pecho y mi mano en la suya”. El pequeño recién nacido, a quien Haley llamó John Beeson Parke, o “Jb”, nació con buena salud, pesando 3.28 kilogramos.
Cactus24//20-12-2021