El ministro del Interior, Karl Nehammer, juró este lunes como canciller de Austria, con el objetivo de terminar con las turbulencias provocadas tras la renuncia del joven político conservador Sebastian Kurz por acusaciones de corrupción.
El nuevo líder conservador, de 49 años, juró su cargo poco después de las 13H00 (12H00 GMT) ante el presidente Alexander Van der Bellen en Viena, en una ceremonia televisada.
Su predecesor, Alexander Schallenberg, que ocupaba el puesto de forma interina presentó su dimisión el jueves, unas horas después de que el antiguo canciller Sebastian Kurz anunciara que deja la política y renuncia a la presidencia del partido ÖVP tras el escándalo de corrupción que frustró su gobierno.
El viernes, la formación oficialista nominó a Nehammer, de 49 años, para asumir la jefatura de la formación y el puesto de canciller.
El primer acto de Nehammer fue una reestructuración del gabinete, nombrando a Schallenberg en su antiguo cargo de ministro de Relaciones Exteriores y cambiando al jefe de las carteras de Finanzas, Interior y Educación.
Con la llegada de Nehammer a la cancillería, su formación espera que la coalición de gobierno, compuesta también por el Partido Verde, cierre la era de Kurz.
El desafío de un desconfinamiento
El escándalo que terminó con la carrera de Kurz –que asumió el cargo con 31 años en 2017, convirtiéndose en el líder de un gobierno electo más joven del mundo– estalló a principios de octubre.
La fiscalía allanó su despacho y varias sedes oficiales, incluyendo la Cancillería y el Ministerio de Finanzas, en el marco de una investigación por acusaciones de que utilizó dinero público intercambiando espacios publicitarios por artículos elogiosos y sondeos favorables.
Kurz siempre negó los hechos y afirmó que espera probar su inocencia ante la justicia, pero la semana pasada anunció que quería iniciar «un nuevo capítulo», y dijo que estaba «agotado» por las recientes acusaciones.
En su carrera política, Kurz se hizo con el control de su partido en 2017 y ganó dos elecciones. Sus duras posturas en materia de inmigración — que también defiende Nehammer — constituyeron un factor clave.
Tras el cambio de gabinete, Nehammer debe abocarse a organizar la salida del actual confinamiento por la pandemia del Covid-19, que debería concretarse hacia el fin de semana.
El país –de 8,9 millones de habitantes– decidió en noviembre confinar a los no vacunados para hacer frente a la creciente ola de contagios de covid-19 que azota Europa, distinguiéndose de la estrategia de otros países de la UE.
Después amplió las restricciones a los vacunados, afectando también a las tiendas, los restaurantes, los lugares de ocio, aunque eximiendo a las escuelas.
También se desmarcó del bloque europeo con el anuncio de una política de vacunación obligatoria programada para 2022.
Desde el ministerio del Interior, Nehammer, que se caracteriza por una barba de tres días y por sus sienes encanecidas, lanzó severas advertencias a los manifestantes que desde hace tres semanas salen a las calles para protestar por las medidas contra el coronavirus.
Cactus24 06-12-21