El papa Francisco llegó en la mañana del viernes al estadio municipal de Nicosia, donde debe celebrar una misa ante unas 7.000 personas en presencia del presidente chipriota Nicos Anastasiades, indicaron los organizadores.
En las gradas del estadio, miles de fieles agitaban banderas libanesas, argentinas y filipinas, mientras que un coro de 130 personas de varias nacionalidades ensayaba cantos en árabe y griego en un altar rodeado de dos pantallas gigantes.
En el coro hay miembros de la comunidad católica de Chipre, de unos 25.000 miembros, en su mayoría inmigrantes asiáticos y refugiados africanos.
En el segundo día de su visita, el papa Francisco debe reiterar este viernes su llamado a la «fraternidad» y el «diálogo».
El jueves el papa Francisco lanzó en Chipre un llamamiento a la «unidad», en plena crisis migratoria en Europa y en una isla dividida en dos, durante la primera etapa de un viaje de cinco días que incluirá también a Grecia.
Se trata de la segunda visita de un papa a Chipre, una isla poblada especialmente por cristianos ortodoxos, tras la realizada por Benedicto XVI en 2010.
Cactus24 03-12-21