Por primera vez las cifras de inflación del Banco Central de Venezuela (BCV) y las del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) son “similares”. Así lo aseguró el economista José Guerra, quien agregó que en este momento se está viendo una desaceleración en el ritmo de aumento de los precios respecto a 2020 y a 2019, por efectos de la estabilidad del tipo de cambio por parte del ente emisor y la ausencia de incrementos salariales importantes.
Explicó que la cifra de inflación del mes de octubre que el Observatorio Venezolano de Finanzas hizo pública el lunes fue de 8,1%, ligeramente mayor a la del Banco Central, que se ubicó en 6,8%. “Pero cuando se ven la cifras acumuladas y anuales son muy parecidas. Las cifras son esencialmente similares por primera vez”, afirma.
Mientras que el OVF situó la inflación acumulada hasta octubre en 576,3% y la tasa anualizada -que va desde octubre 2020 a octubre 2021- en 1,258%; para el BCV la acumulada se ubicó en 574,6% y la anualizada en 1.576,5%
Guerra recordó que en otras ocasiones cuando el OVF ha medido la inflación las cifras han sido un poco más altas que las del BCV, pero también ha pasado al revés. Es decir, que las cifras del ente emisor han sido más altas. “Sin embargo, este año hay mucha coincidencia y básicamente esto es porque la canasta que se usa para medir es similar”, agregó.
“Este dato del mes de octubre, que es la tasa anualizada, está reflejando que hay una desaceleración importante de la tasa de inflación en el año 2021, respecto a 2020 y a 2019, y eso básicamente obedece al hecho de que este año el Banco Central ha estabilizado de manera significativa la tasa de cambio con intervenciones recurrentes en el mercado que se anuncian, lo que ha hecho que el Banco Central haya perdido una cantidad de dólares apreciable a lo largo de este año”, aclaró.
El economista indicó que el ente emisor “está sacrificando las reservas comprando inflaciones más bajas” y que esto se puede hacer solo por un tiempo y en la medida que haya reservas. “Las reservas han disminuido, pero ciertamente la base de la desaceleración de la tasa de inflación obedece esencialmente a la estabilidad del tipo de cambio. La pregunta es: ¿por cuánto tiempo se puede mantener el tipo de cambio estable?”, comentó.
Otro factor, de acuerdo con Guerra, es que “las tasas salariales han sido muy, muy inferiores a la inflación y estamos frente a un ajuste muy recesivo que se hace a costa de comprimir el salario de los venezolanos. Entonces, por ese factor de presión de costo, que ha sido reducido justamente en virtud de que no se han dado aumentos salariales importantes, se ha comprimido el poder de compra de los venezolanos y esto ha aliviado la presión inflacionaria. Hay un subconsumo original de restricción de los aumentos salariales y esto es lo que explica el comportamiento de la inflación”.
El también miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas considera que la inflación va a cerrar para finales de año entre 1.200% y 1.300%, cifra relativamente por debajo de las de los años 2020 y 2019.
“Lo otro que hay que mencionar es que esta desaceleración de la inflación no ha significado un repunte importante de la actividad económica. No hay cifras oficiales, pero las del Observatorio Venezolano de Finanzas indican que los primeros nueve meses del año la tasa de crecimiento de la actividad económica fue menos 2,2%, o sea, que no hay o no se ha pasado el umbral de cero y la economía sigue en recesión, con alta inflación, lo que se llama estanflación”, puntualizó Guerra.
Con información de Hispano Post
Cactus24/09-11-2021