Una insólita situación se produjo en medio de una audiencia en Argentina, luego de que un hombre fuera retirado de una audiencia debido a que no paraba de maullar como un gato.
Gil Pereg, fue imputado por el asesinato de su madre, Pyrhia Sauroussy de 63 años, y de su tía, Lily Pereg de 54 años, en enero del 2019, en Guaymallén, Mendoza, Argentina.
Incluso la jueza técnica que dirige el debate, Laura Guajardo, le preguntó: “¿Señor Gil Pereg, este es su nombre?”, y él le respondió con un “miau”, informó La Nación de Argentina.
Tras el episodio fue conducido a una sala contigua conectada al circuito cerrado de video del centro penal de Mendoza, desde donde seguirá el juicio.
Este incidente podría ser utilizado por la defensa técnica del acusado, que ya adelantó que planteará ante el jurado que Pereg padece de trastornos de salud mental y debe ser considerado inimputable.
Para los peritos psiquiátricos y psicológicos impulsados por la defensa, Pereg sufre de parafrenia (un tipo de psicosis delirante crónica) y de licantropía clínica, que define las alucinaciones que hacen creer que son animales a quienes las padecen.
“La persona se fue degradando con el tiempo. Vivía con 37 gatos a los que llamaba hijos y eso era parte de su delirio. Vivía en condiciones de higiene infrahumanas. No se sentía humano, siempre se consideró gato”, sostuvo el abogado defensor Maximiliano Legrand.
Adelantándose a esta pretensión de la defensa que pretende evitar una condena perpetua, la abogada querellante, Claudia Vélez, afirmó que el acusado “estaba en pleno uso de sus facultades mentales y sabía lo que hacía” cuando asesinó a su madre y a su tía.
Cactus24/27-10-2021