Cada 19 de octubre se celebra el Día contra el cáncer de mama con la finalidad de contribuir a aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Por esto, es fundamental tener en cuenta que cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas.
Algunos factores aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad, como son el envejecimiento, la obesidad, el consumo perjudicial de alcohol, los antecedentes familiares de cáncer de mama, el historial de exposición a radiación, el historial reproductivo (como la edad de inicio de los períodos menstruales y la edad al primer embarazo), el consumo de tabaco y la terapia hormonal posterior a la menopausia.
¿Qué puedo hacer?
En primer lugar la prevención. El control de factores de riesgo específicos modificables, así como una prevención integrada eficaz de las enfermedades no transmisibles que promueva los alimentos saludables, la actividad física y el control del consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad, podrían llegar a tener un efecto de reducción de la incidencia de cáncer de mama a largo plazo.
El diagnóstico precoz y el acceso, en tiempo oportuno, a una atención asequible y de buena calidad son los pilares fundamentales del control del cáncer de mama. Una buena labor de información y promoción puede contribuir a modificar algunos de los factores de riesgo, como la mala alimentación, la falta de actividad física y el consumo nocivo de alcohol.