De forma pacífica pero preocupados por su salud, un grupo de pacientes renales de Cenifalca protestaron en la ciudad de Punto Fijo para exigir al Gobierno de Falcón atender las necesidades que atraviesa esta unidad desde hace algunos años y que afectan directamente el proceso de diálisis que reciben los enfermos.
En representación de los 80 pacientes que reciben atención en Cenifalca, Kati Bermúdez, aseguró que hay déficit de personal de enfermería «porque el sueldo que ganan es una miseria y prefieren dedicarse a otras cosas para generar ingresos. Ellos deben recibir un sueldo digno para no seguir perdiendo este personal», recomendó.
Lamentó no contar con tanques para almacenamiento de agua en la unidad. «Hay 5 tanques pero ninguno sirve. Gracias a Dios un comerciante vecino de Cenifalca nos presta unos de los tanques internos de su local para almacenar el agua que recibimos de Hidrofalcón».
Bermúdez explicó que actualmente tampoco cuentan con plantas eléctricas y cuando se va la energía, los pacientes no reciben las horas completas del tratamiento. «El señor que nos presta el tanque nos estuvo prestando su planta eléctrica, pero se dañó una pieza y ahora no tenemos como atender las contingencias», expuso.
La unidad de diálisis, ubicada en la urbanización Santa Irene, municipio Carirubana tiene 12 lámparas de 6 bombillos cada una, sin embargo solo 2 están activas; no tiene nefrologo; hay muchos equipos en mal estados y de las 40 máquinas solo 18 están operativas.
Ante está grave situación, los afectados piden al gobernador Víctor Clark «meterle la mano» a esta unidad como lo hizo en hospital Doctor Rafael Calles Sierra y otros centros de salud que fueron restaurados y dotados de medicamentos e insumos recientemente.
Por otro lado exhortan al comandante de la ZodiFalcón a aumentarles el litraje de combustible subsidiado que reciben, argumentaron que no es suficiente porque solo les dan 30 litros a la semana y deben acudir a las diálisis 3 veces a la semana y hay pacientes que son de otros municipios.
Redacción y fotos: Willian Blanco