El papa Francisco afirmó que la Iglesia católica en este momento está viviendo “la tentación de volver atrás” y citó ejemplos como que “asusta acompañar a gente con diversidad sexual”, en el coloquio que mantuvo con los jesuitas eslovacos en su reciente viaje a ese país y que fue difundido hoy.
ALGUNOS PREPARABAN EL CÓNCLAVE
En la transcripción de este encuentro, que fue publicada hoy en la revista de la Compañía de Jesús, “Civiltà cattolica”, Francisco también revela que tras su operación de colon en julio “hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el papa estaba más grave de lo que se decía y preparaban el cónclave”.
A la pregunta sobre cómo se encontraba, el pontífice argentino, de 84 años, respondió a sus compañeros jesuitas: “¡Vivo todavía. Aunque algunos me querrían muerto. Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el cónclave.”
LA LIBERTAD ASUSTA
Francisco también destacó que en este momento en la Iglesia existe “la tentación de volver atrás”. “Estamos sufriendo esto hoy en la Iglesia: la ideología del volver atrás. Es una ideología que coloniza las mentes. Es una forma de colonización ideológica. En realidad, no es un problema universal, sino más bien específico de las Iglesias de algunos países. La vida nos da miedo”, dijo.
“La libertad nos asusta. En un mundo tan condicionado por las adicciones y la virtualidad, nos asusta ser libres”, añadió Francisco, que explicó que a la Iglesia le “asusta celebrar delante del pueblo de Dios que nos mira a la cara y nos dice la verdad”.
Y citó las dificultades de la Iglesia para entender que “las parejas en segunda unión ya no están condenadas al infierno”, en referencia a aquellos que sigue negando la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.
“Nos asusta acompañar a gente con diversidad sexual. Tenemos miedo de las encrucijadas de las que nos hablaba Pablo VI. Este es el mal de este momento. Buscar el camino en la rigidez y el clericalismo, que son dos perversiones”, agregó.
“No se trata de una alabanza de la imprudencia, pero quiero señalarles que volver atrás no es el camino correcto. El camino es ir adelante con discernimiento y obediencia”, subrayó.
PERDER LA PACIENCIA CON LAS CRÍTICAS
El pontífice reitero su contrariedad con la llamada “ideología de género”. “Tal como yo la entiendo, es peligrosa porque es abstracta respecto a la vida concreta de una persona, como si una persona pudiera decidir abstractamente a discreción si y cuándo ser hombre o mujer”.
Pero destacó que “sin embargo, esto no tiene nada que ver con la cuestión homosexual. Si hay una pareja homosexual podemos hacer pastoral con ellos, acudir al encuentro con Cristo. Cuando hablo de ideología, hablo de la idea, de la abstracción que permite que todo sea posible, no de la vida concreta de las personas y de su situación real”.
Francisco también explicó que “hay una gran cadena de televisión católica que habla continuamente mal del papa sin ningún problema” y que, aunque él puede merecer estos ataques e insultos, “la Iglesia no se merece esto”.
Y reconoció “que también hay clérigos que hacen comentarios desagradables” sobre él y que a veces “pierde la paciencia”,”especialmente cuando emiten juicios sin entrar en un diálogo verdadero”.
“Algunos me acusaban de no hablar de la santidad. Dicen que hablo siempre de la cuestión social y que soy un comunista. Y sin embargo escribí una Exhortación apostólica completa sobre la santidad, la Gaudate et Exsultate”, señaló.
Defendió su decisión de limitar, solo a algunas excepciones, el llamado “rito tridentino” de la misa en latín y anterior al Concilio Vaticano II, y que las criticas recibidas muestran que la Iglesia está retrocediendo.
Y puso un ejemplo de cómo debería ser la actitud de la Iglesia: “Un cardenal me contó que fueron a verlo dos sacerdotes apenas ordenados para pedirle estudiar el latín para celebrar bien la misa. Él, que tiene sentido del humor, les respondió: «¡Pero si en la diócesis hay tantos hispanos! Estudien español para poder predicar”.
EFE.