A un año de la explosión en el puerto de Beirut, el presidente francés dio apertura a una conferencia internacional para gestionar ayudas para la población libanesa. Una vez más, Macron criticó la incapacidad de los líderes políticos del país para “hacer a un lado sus intereses personales”.
El 4 de agosto de 2020 una masiva explosión destruyó el puerto de Beirut, el más importante del Líbano, e impactó directamente a unas 300.000 personas. Un año después, en la apertura de un evento liderado por Francia para gestionar ayudas humanitarias al país de unos 7 millones de habitantes, el presidente Emmanuel Macron resaltó que los políticos libaneses le deben la verdad a sus ciudadanos sobre lo ocurrido en el puerto.
En un evento virtual en el que también participó el presidente libanés Michel Aoun, el mandatario francés resaltó que la principal prioridad debe ser formar un gobierno enfocado en atender la emergencia social del país y que las ayudas que se logren gestionar para el Líbano no serán un «cheque en blanco» a su clase política.
Francia promete vacunas al Líbano
Entre otros anuncios, Macron contó que dirigirá más de 100 millones de euros al país y unas 500.000 dosis contra el Covid-19. La noticia llega en medio de la incertidumbre sobre quién dirigirá al país para sacarlo de la crisis. «Francia continuará sosteniendo y ayudando a la población del Líbano», escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
Este miércoles 4 de agosto, el presidente francés volvió a criticar la incapacidad de la clase política libanesa «de hacer a un lado sus intereses personales en beneficio del país».
La explosión de hace un año en Beirut agravó una crisis de varios meses
Desde la explosión, Macron ha visitado Líbano en dos ocasiones. Su mensaje sobre la urgencia de formar un gobierno estable siempre ha estado ahí. Pero la inestabilidad venía desde antes de la tragedia.
En octubre de 2019 miles de libaneses empezaron a protestar por una serie de medidas regresivas sobre las redes sociales, pero los motivos crecieron con el paso de los días. Entonces Hariri también era Primer Ministro y renunció tras dos semanas de protestas.
El descontento seguía vigente en medio de la pandemia, con el precio de la libra libanesa disparado y la falta de oportunidades para los jóvenes. Entonces ocurrió la explosión y la crisis se ha potenciado.
Ahora el presidente Macron busca reunir alrededor de 350 millones de dólares para el país, pero insistió en la urgencia de formar un gobierno que ponga como prioridad salir de la crisis. «Los líderes libaneses parecen apostar por una estrategia de estancamiento, que lamento y creo que es un fracaso histórico y moral», dijo Macron en sus declaraciones de apertura como anfitrión de una conferencia internacional.
Con información de Reuters
Cactus24/04-08-2021