Las investigaciones en Bolivia por las masacres ocurridas en las ciudades de Sacaba y Senkata en noviembre de 2019 tuvieron este viernes una jornada decisiva con la detención del exjefe del Estado Mayor Pablo Arturo Guerra Camacho, y la expectativa por la entrega del informe del el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El fiscal Fabio Maldonado explicó que Guerra Camacho, quien fue llevado a las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, está imputado por los delitos de lesiones graves y leves y homicidio.
Apenas la víspera también fue capturado por estos casos el excomandante Iván Patricio Inchauste Rioja. Antes, ya habían sido detenidos el exgeneral Alfredo Cuéllar, el excomandante Franko Suárez Gonzales y el general en retiro Luis Fernando Valverde.
El arresto de Guerra Camacho se llevó a cabo en medio de la expectación generada por el informe que el GIEI le entregará este viernes al Gobierno del presidente Luis Arce, y que evalúa las violaciones a los derechos humanos cometidas durante los últimos cuatro meses de 2019.
La atención está centrada en las masacres de las ciudades de Sacaba y Senkata, llevadas a cabo durante el régimen de Jeanine Áñez, y que dejaron un saldo de por lo menos 18 muertos y cientos de heridos, pero la propia CIDH reconoció en ese momento que había fuertes sospechas de que la lista de víctimas en realidad era mayor. A nivel nacional, reportó que, en total, en todas las protestas realizadas en esos días habían sido asesinadas 37 personas.