En la capital Puerto Príncipe, el jefe de todas las bandas delictivas del país, Jimmy Barbecue Cherizier, apareció en YouTube leyendo un comunicado en el que promete venganza contra un grupo de poderosas familias de origen árabe.
“Vamos a salir a la calle para pedir a los sirio-libaneses que tienen a este país como rehén que nos devuelvan nuestro país (…) Ya es hora de que los negros de pelo rizado como nosotros seamos dueños de supermercados, concesionarios de coches y dueños de bancos”, amenazó a cara descubierta, vestido con una chaqueta militar y dos gorras superpuestas.
Barbecue, como es conocido entre los haitianos, es un expolicía que hace más de un año logró algo inédito: poner de acuerdo a todas las bandas criminales del país y conformar la federación G9, una organización que extorsiona, roba y secuestra a la población y ataca a policías y a políticos de oposición a los que acusa de haberse unido a la “burguesía apestosa” para “sacrificar” a Moïse el pasado miércoles. “Fue una conspiración nacional e internacional contra el pueblo haitiano”, dijo en el vídeo, que circula de teléfono en teléfono, frente a una bandera haitiana. “Decimos a todas las bases que se movilicen y que salgan a las calles para que se arroje luz sobre el asesinato del presidente”.
Encubierto en un discurso político que promete hacer justicia entre los pobres y terminar con los “amos del sistema”, Barbecue representa muchos de los males que los haitianos llevan sufriendo desde hace años. Aunque se presenta a sí mismo como el salvador de las calles, simboliza la acelerada descomposición del país que comenzó con la pandemia y continúa con el asesinato del presidente. Al vacío de poder, Barbecue suma el odio a un grupo de familias de origen árabe localizadas en la zona de Pétion-Ville, que tradicionalmente controlan la economía del país y que forman parte del “grupo de oligarcas” señalados por Jovenel Moïse antes de morir.
Acusado de orquestar masacres que han dejado decenas de hombres, mujeres y niños asesinados, la última matanza de 15 personas a finales de junio acabó con la vida de varios agentes, transeúntes elegidos al azar, un periodista y una activista de derechos humanos, reseña ElPaís.
CACTUS24 12-07-21