Un hombre entró a primeros de junio en el Stumble Inn Bar and Grill, un restaurante ubicado en Londonderry (Nuevo Hampshire, EE.UU.), pidió dos perritos calientes con chile, pepinillos fritos y algunos cócteles —cuyo valor ascendía a 37,93 dólares— y antes de irse dejó una propina de 16.000 dólares.
«Es una especie de hombre misterioso», explicó Michelle McCudden, camarera que trabaja en el local. «Llevo mucho tiempo haciendo esto y nunca pensé que me pasaría algo así», añadió.
En un primer momento, el propietario del restaurante, Mike Zerella, creyó que había leído mal el recibo. «Pensé que era un error, un error de tipografía», declaró. No obstante, el cliente les aseguró que no era una broma.
Los miembros del personal del restaurante dividieron por igual la propina, dándoles su parte correspondiente parte a los cocineros del restaurante. Según McCudden, estos agradecieron enormemente la generosidad del cliente.
«Subimos y le dimos las gracias. Ha sido un año realmente duro para todos nosotros», detalló en referencia a la pandemia del covid-19, que el año pasado obligó a más de 110.000 locales de comida a cerrar. «Que alguien haga algo así realmente devolvió mi fe en la humanidad», concluyó la mujer.
CACTUS24 26-06-21
