La Corte Suprema de Brasil alcanzó ayer la mayoría de seis votos necesaria para permitir que la Copa América se juegue en el país, con lo cual ha negado tres recursos que pedían suspender el torneo debido a la pandemia del Covid-19.
La decisión es ya irreversible, pues la corte tiene once miembros y los únicos seis que se han pronunciado hasta ahora han rechazado las acciones intentadas por partidos políticos de izquierda y un sindicato metalúrgico, las cuales alegaban que el torneo no podría celebrarse en un país en el que la pandemia continúa descontrolada.
La Copa América comenzará finalmente el próximo domingo en Brasil, después de que la Corte Suprema rechazara ayer tres recursos que intentaban impedir el torneo de fútbol suramericano por la altísima incidencia del Covid-19 en el país.
El último escollo judicial que restaba para la celebración del torneo cayó en el Supremo, que en una decisión mayoritaria ratificó la jurisprudencia ya sentada por el tribunal en el sentido de que la última palabra sobre eventos deportivos en plena pandemia la tiene cada uno de los gobernadores de los 27 estados del país. En términos futbolísticos, el fallo caminaba hacia una «goleada», pues los primeros seis de los once miembros de la corte que votaron rechazaron las tres demandas contra el torneo intentadas por dos partidos políticos y un sindicato, con lo que le dieron carácter definitivo a la sentencia. La única salvedad que puso el tribunal es que sea presentado un protocolo de seguridad, que según la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) será similar al de otros torneos que se celebran en Brasil y la región, que mantienen a las delegaciones en rígidas «burbujas» y con partidos disputados sin público.
De ese modo, la Copa América comenzará el próximo domingo con las diez selecciones suramericanas distribuidas en dos grupos: El A, con Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay; y el B, en el que han sido emparejados Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Las subsedes serán Río de Janeiro, Brasilia, Cuiabá y Goiania, cuyas autoridades locales, según la decisión de la Corte Suprema, podrán responder ante los tribunales en caso de que se compruebe que el torneo agravó de alguna manera la crisis sanitaria del país.