“Vacunarse es solidaridad”
Pese a su exitoso proceso de vacunación, Chile vive desde marzo una segunda ola, que llevó a decretar cuarentena para más del 90 % de la población hasta mayo y supuso el fin para miles de negocios que habían logrado sobrevivir al 2020, cuando la economía cayó un 5.8 %.
Para enfrentar este nuevo rebrote y las secuelas en el saturado sistema hospitalario, Piñera anunció un fondo de 2,000 millones de dólares y se comprometió a buscar un “amplio” acuerdo para aumentar la recaudación fiscal y eliminar exenciones tributarias “que representan miles de millones de dólares y que muchas no se justifican”.
El gobernante dijo además que la vacuna es la principal salida a la crisis y que inocularse es “un acto de solidaridad” y no hacerlo “un acto de irresponsabilidad”.
Tras Israel y con el 52.7 % de la población objetivo (15 millones de personas) con las dos dosis de la vacuna, Chile es el segundo país del mundo con mayor porcentaje de población vacunada, principalmente con la china Coronavac, aprobada este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Piñera también entonó el “mea culpa” con respecto al longevo y enconado conflicto entre el pueblo mapuche y terratenientes en el sur -”no hemos logrado avanzar como debimos en el diálogo y el control de la violencia”- y reconoció que durante las protestas de 2019 se cometieron “atropellos a los derechos humanos”.
Chile vivió a finales de 2019 la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que empezó como una protesta contra el alza en el precio del tiquete de metro y se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, con una treintena de muertos y miles de heridos y detenidos.
El Parlamento debate un proyecto de ley para indultar a los presos del estallido, al que se opone frontalmente el Gobierno y al que también se refirió en su última cuenta pública.
“En Chile no hay presos políticos, nadie está preso por lo que piensa”, recordó el mandatario, quien anunció la creación de una Fiscalía de Derechos Humanos para evitar violaciones futuras.
Sorpresivo respaldo al matrimonio gay
Pero si hay un anuncio que eclipsó al resto fue su respaldo al matrimonio entre personas del mismo sexo, que en Chile solo pueden unirse desde 2015 bajo la figura legal de “unión civil”.
“Debemos profundizar sobre el valor de la libertad, incluyendo la libertad de amar y formar familia con el ser amado (…) Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país”, expresó el mandatario, un multimillonario católico de 71 años.
El respaldo cayó como un jarro de agua fría en los partidos de derecha que forman la coalición de Gobierno, especialmente en las filas de la ultraconservadora UDI y de RN.
“Cuando (Piñera) estuvo en campaña dijo fuerte y claro que iba a reforzar y mejorar la unión civil para las parejas del mismo sexo, pero jamás habló de matrimonio. Es una falta de respeto y una traición tremenda para el mundo cristiano”, lamentó en Twitter el diputado oficialista y evangélico Leonidas Romero.
El gobernante proclamó que le otorgará “carácter de urgencia” a un proyecto de ley que lleva discutiéndose desde 2017 en el Parlamento y que, si se aprueba, convertiría a Chile en el octavo país latinoamericano en legalizar el matrimonio gay, tras Argentina, Brasil, Colombia, México, Uruguay, Ecuador y Costa Rica.
“Hoy, sin duda, el matrimonio igualitario está en la puerta del horno. Piñera llegó tarde, bien tarde, pero finalmente llegó”, añadió el poderoso Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).