No hay escenario más romántico que Miami para el romance renovado de Jennifer López y Ben Affleck. Y si es en una masión frente al mar en Miami Beach, con piscina, jacuzzi, spa, muelle para botes y unas vistas matadoras del atardecer y el amanecer, pues esto se convierte en una película.
Ah, verdad que se trata de Ben y JLo, dos de las estrellas de brillo más constante de Hollywood, que un día por allá por el 2004 rompieron su compromiso después de vivir uno de los noviazgos más fotografiados, en la época que la prensa empezó a llamarlos Bennifer.
Pero eso es agua pasada, ahora la pareja disfruta de la mansión que JLo alquiló en Miami Beach por $130,000 al mes después de mudarse de la casa que compartía con su ex Alex Rodríguez.
Perfecta para un nuevo comienzo, que ya está a la vista de todos desde que Affleck y Jennifer fueron vistos en un balcón en Miami. La casa es clara, con paredes blancas, muebles sencillos y no parece guardar ningún misterio. Están enamorados, no lo esconden y tienen 11 habitaciones para decirse arrumacos. Además el frondoso jardín les ofrece privacidad, un lujo que su estatus de celebridad les ha negado la mayoría del tiempo.
La casa, con vistas a la Bahía de Biscayne y al downtown de Miami, está valorada en $18 millones. Para la pareja, tiene un atractivo especial, una habitación máster con balcón y un gimnasio casero, aunque ellos a veces prefieren ir a otro lugar a hacer ejercicios juntos, reseña la información del Nuevo Herald.
Los medios han reportado que Affleck, de 48 años, comenzó a acercarse a JLo, de 51 años, desde febrero. Después vinieron los encuentros furtivos en la casa de ella en Los Angeles, en el hotel Bel Air, y a veces los vieron medio escondidos viajando en una camioneta. Pero después vino un weekend en Montana en el que se fueron de fiesta.
