El vicepresidente de la Cámara Venezolana del Calzado, Tony Di Bendetto, advirtió que las empresa de su sector trabajan a una capacidad entre 5 a 10%.
Di Bendetto atribuye esta baja productividad a la libre importación de zapatos, al bajo poder adquisitivo de la población y la pandemia.
Por otra parte, denunció las dificultades del sector para transportar trabajadores e insumos por la escasez de gasolina y diésel.