Un hombre negro que fue esclavizado por el gerente de un restaurante desde el 2009 al 2014 y debería haber recibido más dinero después de que su captor se declaró culpable, según un tribunal de apelaciones de Carolina del Sur.
Smith, que tiene discapacidad intelectual y un coeficiente intelectual de 70, se vio obligado a trabajar más de 100 horas por semana sin paga por Bobby Edwards.
Desde 1990, John Christopher Smith, quien tenía apenas 12 años y sufría de discapacidad intelectual, trabajó medio tiempo en el restaurante.
Las cosas marcharon bien hasta que, 19 años de edad después, en el 2009, Bobby Edwards asumió el cargo de gerente del local y se aprovechó de la condición del hombre para hacerlo trabajar forzosamente durante 100 horas a la semana, sin ningún pago y sin derecho a días de descanso.
Según relató el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Edwards utilizó la “violencia y otros medios coercitivos” para obligar a Smith a cumplir con sus demandas: lo golpeaba con un cinturón e implementos de cocina, lo insultaba por ser afroamericano y lo mantenía alejado de su familia.
Incluso, en una ocasión, sumergió unas pinzas de metal en grasa caliente y le quemó el cuello porque no llevó un domicilio ‘lo suficientemente rápido’ a su destinatario.
«La mayor parte del tiempo me sentí inseguro, como si Bobby pudiera matarme si quisiera», dijo Smith, según los registros judiciales. «Tenía tantas ganas de salir de ese lugar, pero no podía pensar en cómo podría hacerlo sin que me lastimaran».
Una mujer llamada Geneane Caines tenía una nuera que trabajaba en el restaurante y tenía conocimiento del trato de Edwards hacia Smith. Caines denunció al dueño del restaurante en 2014, informó NBC.
«Por robar la libertad y el salario de su víctima, el señor Edwards se ha ganado todos los días de su sentencia», dijo Sherri Lydon, fiscal federal del distrito de Carolina del Sur, cuando Edwards fue condenado.
«La oficina del fiscal de los Estados Unidos no tolerará el trabajo forzoso o de explotación en Carolina del Sur, y estamos agradecidos con el ciudadano vigilante y nuestros socios en la aplicación de la ley que pusieron fin a esta violencia particularmente cruel».
El 6 de noviembre de 2019, el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Bryan Harwell, emitió una condena de diez años de prisión y una multa de 273.000 dólares contra Edwards, quien se había declarado culpable a mediados de 2018.
Hubo críticas, pues el dinero que debía pagar el sentenciado equivale a los salarios y el tiempo extra que trabajó Smith durante los cinco años de abusos, pero no sopesaban los daños causados.
Por eso, el pasado 21 de abril, se emitió una nueva sentencia. En esta, se ordena una indemnización de 546.000 dólares, casi el doble del valor inicial.
Cactus24/04-05-2021