Desde pequeño, Christian De Antoniis no veía el mejor de los ejemplos en casa. Su patrón a seguir, lo habría llevado a estar hoy, otra vez, tras las rejas. En esta oportunidad, suma un nuevo delito en su historial criminal: Homicidio intencional. Pues, se presume, es quien habría asesinado al paisajista norteamericano Christopher Baasch en Naguanagua. Un caso que conmocionó al país porque Baasch, no solo era un extraordinario diseñador de jardines, sino también era el gringo que nunca quiso irse de Venezuela, un país que hizo suyo por más de 45 años.
No habían pasado 24 horas del asesinato de Chris Baasch, cuando al callejón San Casimiro del pueblo de La Entrada arribó una comisión del Eje de Investigaciones de Homicidios de la Delegación Municipal Las Acacias del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Los funcionarios llegaron directo a la casa de los De Antoniis. Buscaban a Christian por ser el principal sospechoso en el robo que terminó en homicidio y lesiones en la casa del estadounidense.
Los detectives comenzaron a revisar la casa, mientras otros interrogaban a Christian. Las sospechas de que el hombre, de apenas 27 años, estaba implicado en el crimen, la confirmaron al encontrar varios relojes, documentos personales de Baasch y un morral. Para los investigadores no había duda que Christian estaba relacionado en el hecho y se lo llevaron en calidad de detenido. Las siguientes indagaciones habrían determinado que el criminal, aparentemente, actuó solo, contó una fuente ligada a la investigación.
Todo indica que, al parecer, la madrugada de este sábado Christian ingresó a la vivienda del paisajista, mientras dormía. Aparentemente, estaba bajo los efectos de algún estupefaciente. Algo no salió bien y Baasch se dio cuenta de lo que estaba pasando. Entonces, vino el ataque. Murió inmediatamente. También tenía heridas con un objeto contundente. Otras dos personas que estaban en la casa, despertaron. Salieron lesionadas.
Chistian tenía años viviendo en La Entrada, pero no más que Baasch. No se conocían personalmente, sólo de vista. Siempre ha sido un muchacho de mala conducta. Aparentemente, consumía sustancias ilícitas. Nunca fue buen estudiante. De hecho, salió de primaria cuando tenía 15 años. A esa edad, no estaba muy lejos de entrar al mundo de la delincuencia. Al poco tiempo, ya estaba en una cárcel por cometer un robo. Recién había salido en libertad y hacía panes para vender y, supuestamente, así mantener a su hijo. A uno de sus hermanos, lo mató la Policía de Carabobo en un supuesto enfrentamiento en esa misma zona.
Ahora, la familia De Antoniis, nuevamente, pasará sus días entre idas al Cicpc y Palacio de Justicia. Mientras los Baasch lloran la irreparable pérdida de un hombre excepcional y talentoso que hizo mucho por el paisajismo en Venezuela, sobre todo en Valencia. Un hombre que prefirió apostar al país del que se enamoró por su verde fascinante y sus maravillosas plantas, que regresar al suyo, a donde muchos venezolanos quieren migrar en busca del sueño americano.
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Cactus24 (25/04/2021).