Un joven que salió a ejercitarse en el parque Los Caobos de Caracas, prefirió dejar sus pertenencias en la casa.
A los minutos de empezar a ejercitarse, Carlos José escuchó que alguien gritaba “hey, párate ahí”. Lo oyó varias veces, pero no creyó que fuera con él.
«Lo escuché más cerca y de repente vi que como a 10 metros, se me acercaban tres chamos. Me detuve. Uno me dijo ´dame el teléfono´. Y yo, en medio de mi susto y mis nervios, me reí y le dije ´pana yo no tengo teléfono´. Me respondió: ¿cómo que no tienes teléfono, maldito; ¿un chamo como tú no va a cargar teléfono, un chamo que viene hacer ejercicio? Hablaban todo malandro», relató el joven, según reseña La Nación.
«Eso me dio a pensar que ellos me vieron cuando estaba haciendo ejercicio. Les repetí que no tenía teléfono y que, si querían, me revisaran. Me revisaron y vieron que no tenía nada encima”. Mientras esto ocurría, nadie intervino.
“Uno de los atracadores dijo: agárrale las manos, y otro obedeció la orden. Acto seguido, me halaron hacia atrás, como si estuviera esposado. El mismo pana me dijo ´echa la cabeza hacia adelante¨, y como no quise, el tercero, me agarró del cabello, me echó hacia atrás y me hizo una cortada en la frente”.
Después huyeron en carrera. Carlos José tomó una toalla con la que enrolló su cabeza, y luego buscó asistencia médica.
“Gracias a la vida, la herida con la navaja no me hizo más daño. Porque no fue en un ojo o en otro lugar que ameritara operación”, reflexionó.