Christina Malley, una mujer de 80 años que residía en la localidad escocesa de Aberdeen, faltó a su cita para vacunarse de coronavirus. Y su ausencia ha acabado destapando que llevaba 12 años muerta en su propia casa sin que ningún vecino tuviera constancia de ello.
La anciana fue encontrada por unas enfermeras, que se personaron en su domicilio el 25 de febrero con la intención de inocular allí su vacuna. Fue su marido quien aseguró a las sanitarias que la mujer se encontraba de viaje en el extranjero, pero las explicaciones no terminaron de convencerlas y acabaron descubriendo el cadáver de la mujer en el interior de la vivienda.
Los vecinos han reconocido que nunca veían a la mujer, y algunos ni siquiera sabían que vivía allí. Pero lo que nunca imaginaron es que había una mujer muerta en el interior de la casa desde 2009, como así apuntan las primeras investigaciones.
«Llevo 22 años viviendo en esta zona y nunca he sabido que tuviera esposa o pareja, solo le he visto a él. Es muy triste», ha reconocido al diario británico Daily Record uno de los vecinos. «Conozco al anciano, le saludo cuando le veo, es un hombre realmente entrañable», se lamenta otro tras conocer la noticia.
De momento se desconoce en qué circunstancias falleció la mujer y la investigación avanza para determinar si fue víctima de homicidio o por causas naturales. En todo caso, consideran insólito que el hombre conviviera con el cadáver.
Cactus24/12-03-2021
